Segunda parte de SIPHON - Es necesario haber leído la primera parte para entender su trama.
Milla se ve obligada abandonar Beacon Hills y viajar a Nuevo Orleans para encargarse de viejos y nuevos enemigos que amenazan su seguridad y la de alguien es...
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Un nuevo despertar.
Esa misma noche, Elijah despertó de su sueño como un hombre diferente. Un hombre totalmente consiente de su lado más oscuro y sanguinario, que le recordaba en cada momento lo que de verdad era; un monstruo.
- ¿Cómo te sientes?
Niklaus contemplaba a su hermano con genuina preocupación. Hasta para el híbrido era obvio que él no era el mismo. Elijah, en cambio, fingía demencia. Negándose a dar demostraciones de con cuantos demonios en verdad estaba lidiando. No era momento de debilidades ni distracciones, solo era una espina que debía dejar de lado para concentrarse en lo importante; su familia.
-Lo peor ya pasó -mintió- Aunque sospecho que las pesadillas... aun no terminan.
-Pues reúne tus fuerzas. Después del mensaje que le deje a madre esta noche, solo espero que el infierno caiga sobre nosotros en cualquier momento -La mandíbula de Elijah se tenso a por la mención de la causante de todos sus males.
-Tenemos que atacar antes que ella -siseó.
-De hecho, ella ya lo hizo mientras dormías -contestó una tercera voz.Marcel y Hayley irrumpieron en la escena.
Su respiración se detuvo por un instante cuando los ojos del noble cayeron sobre la reina de los licántropos. Volviendo a su mente la imagen del monstruo que es realmente atacándola hasta arrebatarle la vida, como lo ha hecho con cada mujer que ha amado a lo largo de los siglos.
-Qué lindo es verte de pie. -Por lo contrario, Hayley estaba más que aliviada al ver al original finalmente libre de su tortuoso sueño- Marcel y yo te dejamos un obsequio en el salón de baile. De nada.
La curiosidad en ambos hermanos aumentó. Aunque el híbrido no podía dejar de lado la desconfianza, la intriga era mayor por saber que era en lo que su exprotegido y la lobita se habían metido.
Niklaus y Elija pasaron por su lado al salir de la habitación.
Las puertas se abrieron en el salón de baile de la mansión Mikaelson y la vista de lo que encontraron adentro no podía ser más gratificante para ambos. Los cuerpos de los brujos que el alma de sus dos hermanos traidores había usurpado estaban frente a ellos... encadenados.
