Segunda parte de SIPHON - Es necesario haber leído la primera parte para entender su trama.
Milla se ve obligada abandonar Beacon Hills y viajar a Nuevo Orleans para encargarse de viejos y nuevos enemigos que amenazan su seguridad y la de alguien es...
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–Hasta el 22.
Mila suspiró viendo en la pantalla como la llamada se cortaba.
También anhelaba estar a su lado. Llevaban demasiado tiempo lejos, pero era algo necesario y más ahora que estaban demasiado cerca de ellos y sus peligros. No iba a arriesgarse a que algo pudiera pasarle, no de nuevo.
Besó la cabeza de Hope limpiando de inmediato la zona para no dejar rastro de su labial en ella. Tomó la muñeca que, entre todos los juguetes que le había dado a su sobrina, se había convertido en su favorita pues no podía estar mucho tiempo sin ella sin que el llanto comenzara. Un detalle de los más curioso, considerando que era una simple y muy vieja muñeca de trapo que ella conservaba por nostalgia desde hacía siglos.
–Después de esta noche se desatará la guerra –habló dirigiéndose a la anciana quien la observaba recelosa desde el fondo del pasillo –Ya no volveré. No quiero arriesgarme a que te relacionen conmigo.
–No necesito que me protejas.
–Lo sé –aceptó al ya estar frente a ella –pero siempre voy a querer hacerlo. –Sin importar cuan huraña pudiera ser la asiática, se acercó y la estrecho fuertemente como pudo, intentado no incomodar a Hope. –Cuídate mucho Lee.
La asiática podía tener esos momentos en que su corazón era tan blando como el algodón, y esos momentos siempre involucraban a la rubia.
–Tú también. Sabes que aquí siempre tendrás las puertas abiertas cuando quieras volver. –la mujer repleta de arrugas carraspeo su garganta separándose del gesto –Y cuida a la mocosa. No me he contenido de matarla por tanto tiempo para que alguien más lo haga.
Justo en ese momento Hope le apunto con la muñeca he hizo unos cuantos balbuceos que cualquiera podría interpretar como si se tratara de defender ante la anciana. Eso hizo reír a la rubia que luego de una última despedida salió junto con Hope a las calles del barrio.
La boda se estaba realizando en el complejo y aprovechando esa distracción Mila se coló como tantas veces ya lo había hecho y comenzó a vagas por los largos pasillos. Cuando al fin encontró el cuarto que buscaba se introdujo en este haciéndose visible nuevamente.
