Segunda parte de SIPHON - Es necesario haber leído la primera parte para entender su trama.
Milla se ve obligada abandonar Beacon Hills y viajar a Nuevo Orleans para encargarse de viejos y nuevos enemigos que amenazan su seguridad y la de alguien es...
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–¡Pero mira que bebé tan hermosa! –chilló con voz cantarina haciendo que Hope riera y agitará sus pequeños puños de arriba abajo, dando pequeños saltitos sobre el colchón en su débil intento de aguantar el peso de su cuerpo sin la ayuda del agarre de la rubia. –¿Quién es la bebé más hermosa del mundo?
–Para, por favor. Qué vergüenza.
La híbrida no le prestó atención a la voz que salía de la pantalla y levantó a la bebé de corto cabello cobrizo en el aire mientras hacia una serie de muecas que la hacían reír con más fuerza.
–¿Escuchas lo mismo que yo, pequeña Hope? A eso suenan los celos.
–No digas ridiculeces y muévete para que pueda verla –gruñeron por la pantalla.
Milla rodó los ojos bajando a la niña y apoyándola contra su cadera para que la cámara de la Tablet captara por completo su outfit.
La persona tras la pantalla comenzó a hacer una voz chillona para hablarle y alagar lo hermosa que su sobrina se veía con ese pequeño vestido blanco lleno de encaje y pedrería que ella le había comprado para la ocasión, justo como lo estaba haciendo segundos antes.
–¿Y yo era la ridícula? -se burló.
–Cállate. Tú al menos estas con ella en persona y no solo tras una pantalla. Tú puedes hacerla reír con cosquillas, a mi solo me quedan los actos ridículos.
–Cariño, será por corto tiempo -Metió a Hope a su corral y la rodeo con todos sus juguetes para que estuviera entretenida mientras terminaba su conversación –No importa lo que tenga que hacer para que mis dos soles se conozcan, lo haré.
–Estas muy cursi hoy ¿te das cuenta?
–Es un día de boda, claro que es un día para estar cursi y lleno de amor.
–Por supuesto. Solo hay que obviar el hecho que tu hermano esté al borde de la muerte y tú te negaste a ayudarlo.
–Yo no me negué, solo dije que lo pensaría –Se defendió.
