FÓLLAME ©

Capítulo 45: Heridas

Después de cabalgar a Relámpago hasta el establo y meterlo en su lugar me fui a la cabaña, necesito bañarme. Eso es mentira que voy a andar por ahí caminando cubierto de mierda de caballo.

Abrí la puerta del baño metiéndome en la ducha, me quejé al sentir algo de dolor en mi cuerpo y sobre todo en mi rostro, todo gracias a esos hijos de puta. Aunque creo que ellos terminaron peor.

Nadie les manda a buscarme problema, de seguro como me vieron tan dócil y pacifico pensaron que no podría defenderme, pero sí puedo defenderme, y todo gracias a papá.

Aunque sus métodos no fueron muy buenos.

Me estremecí, y como pude empecé a bañarme cuidadosamente para no lastimarme mas de lo que estaba.

...

Abroché el botón de mi pantalón mirándome al espejo observando mi pecho desnudo. Tenía varios moretones y raspaduras.

Me dolía el pecho, un poco la espalda y mi cara. Mi rostro estaba peor que mi pecho, mi labio casi partido sangraba un poco al igual que la herida que tengo en la mejilla, la cual toqué cuidadosamente, y me arrepentí de haberlo hecho al sentir un picor doloroso en ella que se esparcía.

Joder, si esto duele cómo les dolerá a esos imbéciles. Un momento ¿y eso a mí que me importa?

También tenía moretones en mis mejillas y una raspadura con un poco de sangre en mi frente.

No estoy muy lindo que digamos.

Me sobresalté cuando la puerta del baño fue abierta bruscamente entrando así un agitado Dan. Se paró frente a mí.

—¿Qué sucedió? —preguntó algo alterado—. Fui a buscarte y cuando me di cuenta Relámpago estaba en el establo, y me sorprendí mucho cuando me contaron que hubo una pelea en donde te dejé.

Me sentía avergonzado, me miraba fijamente y de vez en cuando miraba mi pecho.

—Mierda ¿ellos te hicieron esto?

Se acercó alterando de inmediato mi tranquilidad al igual que mis nervios.

—Uhg...

Había tocado mi pecho, me sentía nervioso por lo cerca que esta de mí y me sonrojé apenas deslizó su dedo por mi pecho, un estremecimiento pasó por todo mi cuerpo.

Solté un quejido cuando tocó un moretón, en seguida elevó la vista observándome fijamente. Su mano se deslizó hasta agarrar mi mano, abrí los ojos sorprendido.

¡¿Qué mierda?!

Sentía mi pulso acelerado y mi respiración agitada. No puedo creer que este agarrando mi mano como si nada. ¿Sabrá él lo que me provoca cuando me toca así? Espero que no.

—Ven, te ayudaré a curarte —dijo con determinación.

Jaló mi mano indicando que lo siguiera. Mordiéndome el labio inferior y agachando la cabeza empecé a caminar detrás de él con nuestras manos entrelazadas.

¿Será raro para él?

No lo sé, si fuera raro no estuviera agarrando mi mano ahora mismo. Si tan sólo supiera que su tacto tan directo causa un cosquilleo en mi vientre.