FÓLLAME ©

Capítulo 63: "Yo también..."

A su querida escritora le quitaron el celular al cacharla despierta a las doce de la mañana

Fucking mint
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Esto es la mierda, me siento de la mierda.

Mi corazón late dolorosamente de sólo pensar en porqué me siento así.

Y es mi jodida culpa.

En mi vida me había sentido así, ni cuando mi primer amigo en el cole me abandonó, ni siquiera cuando me veían como un monstruo apenas con ocho años. En esos momentos me sentía normal, cómo si nada ¿Por qué ahora es diferente?

Apenas pienso en él mi pecho duele al recordar que nada será como antes. Todo porque me tomé la situación con inmadurez.

No podré contemplar su exquisita sonrisa dirigida completamente a mí. Las bromas que le hacía y lo nervioso que se ponía cuando joteaba con él y lo trataba como un hermano.

Ya no veré más esa sonrisa, al menos dirigida a mí. No se quedará en mi casa hablando tonterías entre nosotros a altas horas de la noches mientras me concedía el capricho de ver caricatura en el momento.

Ya no iría a su casa ganándome a su mamá para que hablara de mí con él y así fastidiarlo, dormir en su pequeña y cálida casa, apretados en su cama, gruñendo porque que me quitará encima de él en la mañana. Provocándolo sin sentido para verlo adorablemente molesto.

Charlar de cosas personales con suma confianza y cero discriminació.

Ya no aguantará mis estúpidas y absurdas anécdotas, prestandome atención como si fuera la cosa más interesante del mundo, atención que me encantaba y casi nunca tuve. Sus bellos y grises ojos chispear de emoción cuando lo elogiaba y le sonreía.

Lo emocionado que se veía en las mañanas apenas verme en el instituto.

Ya no habrá más de esas cosas. Y todo por mi absurda manera de ser, por huir siempre de las cosas e intentar arreglarlo cuando ya todo está jodido.

No hay vuelta atrás, y aunque me digan mil veces que me rinda, que es jodidamente estúpido seguir, lucharé. Aunque me cruce con la cruda verdad, aunque ya no halla nada qué hacer yo intentaré arreglarlo, es lo menos que puedo hacer.

Sólo debería rendirme y seguir con mi vida como si nada.

Pero ¿Cómo viviré normalmente si cada vez que pienso en ello me duele el pecho como el demonio? De sólo pensar que tuve un amigo que aprecié mucho, incluso me aventuro a decir que lo amé de cierta manera y que por mi estupidez perdí su amistad, no es algo que pueda olvidar fácilmente.

Me siento decaído.

Alejarte de tu mejor amigo es la peor cosa que pueda pasar, y aún más si fue por tu culpa.

No puedo pensar en la situación sin sentirme extraño, sin que duela, sin... extrañarlo.

Quiero arreglarlo, debo arreglarlo, pero no sé cómo. Sólo quiero que todo este bien y deje de doler tanto.