Capítulo 56: Diversión a puta coña

11.1K 1K 385
                                    

Después de viajar en auto entre bromas llegamos a un lugar algo lejos de mi casa. Mark detuvo el auto y todos se bajaron desesperados de la emoción.

-—Ay, no jodas, me quedé sin culo —exclamó Mike estirándose apenas salió del auto.

—¿Cual, sino tienes? —respondió Raymond.

Veee —nos burlamos todos.

Empezamos a caminar.

—El burlador, terminó siendo burlado —admitió Mike.

Tobías golpeo su nuca.

—Ya cállate y apresurate.

Caminamos todos juntos hasta unas grandes instalaciones, entramos a lo que sería la recepción pasando por unas grandes puertas automáticas.

Y el muy tonto de Raymond salía y entraba a cada rato haciendo que la puerta se abriera y cerrara.

—¡Raymond! —llamamos.

Él se detuvo cubriendo su alegría por una cara irritada caminando hasta nosotros con las manos en los bolsillos.

—Le quitan lo divertido a la vida —refunfuñó.

Pasamos todos juntos después de que nos colocaran unos brazaletes color rojo. Nos guiaron hasta un gran patio, en serio, era un graaan terreno. Estaba lleno de gente colocándose cascos cerca de grandes paredes que simulaban la forma de una montaña.

Esto se veía increíble.

—¡Hey chicos, miren, sin manos!

Abrimos los ojos sorprendidos al ver a Raymond escalando una de esas paredes.

—¡Raymond! —gritó Mark yendo hasta él enojado y preocupado— ¡¿Acaso quieres morir?!

—Serás tú quien morirá al verme ganar llegando a la punta de esta cosa —burló mientras seguía escalando— ¡Admira mi trasero, rubia! —empezó a reír escandalosamente.

—¡Ya veremos quien se reirá de quien!

Y Mark empezó a escalar la pared junto a Raymond.

No sé porqué, pero esto no se ve nada bien.

—¿Y nosotros que hacemos? —me digne a preguntarle a los chicos.

—Pues... Son Mark y Raymond, en estos casos es mejor dejarlos en paz —informó Mike.

—¡¿Es en serio?! —vociferé sin creerlo.

—¡Tranquilo, Lu-Lu! —Tobías posó su pesada mano en mi cabeza—. No te preocupes, estarán bien, además, no querrás meterte entre ellos dos mientras compiten —advirtió.

Y tenía razón, desde aquí se veía lo agresivos que estaban... Y lo alto que estaban también.

—¡Tu morderas mi trasero! —gritó Mark.

—¡No, tú morderas mi trasero! —respondió Raymond.

—¡Eso ya lo veremos!

Joder, que no traigan cascos y esas mierdas de seguridad que usan para esto me preocupa bastante. Los chicos animaban a Mark al igual que a Raymond.

Son unos hijos de puta.

—Oye ¿Y no se meterán en problemas? —le susurré a Tobías.

—Eh... Buena pregunta.

—¡Hey, ustedes dos! ¡No pueden subir sin equipamiento! —gritó lo que parecía ser un policía.

Oh santa mierda.

FÓLLAME ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora