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Capítulo 52: Olvidemoslo como siempre

Bueeeeno, dije que "tal vez" actualizaba el viernes

Y aquí toy xd

Mano, llevo desde las 4 pm intentando actualizar y está mrda no me dejaba >:v

Disfruten bbs 💋
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-Aun no puedo creer que de un cuerpo tan delgado como el tuyo quepa tanta comida.

-Y eso que no me has visto en acción en las reuniones familiares -le guiñé un ojo.

Los dos salíamos del bosque con los brazos llenos de arándanos, cerezas y bayas, las cuales no paraba de comer desde que asaltamos los arbustos de estas delicias. Mark se encontraba lleno, mientras yo comía alegremente.

-Debes tener parásitos -comentó horrorizado viendo como me llenaba las mejillas cada vez más.

Reí.

-Débil -dije metiendo una baya a mi boca-. De pequeño no me gustaba comer nada de nada, prefería morirme de habré que comer. Y heme ahora, tengo un estómago sin fin. Mamá ahora tiene que esconder la comida.

(La historia de mi vida ☝😂 lit...)

-Me salió glotón el niño -rodó los ojos con una sonrisa-. Aunque hay algo muy grande que quiero que comas y de seguro quedarás satisfecho -me miró pícaramente.

Lo golpeé alejándolo de mí.

-¡Maldita sea, deja de hacer ese tipo de comentarios!

Empezó a reír.

Hasta ahora Mark se ha mostrado pervertido la mayoría de las veces. No conocía esta faceta suya, es divertido pero esta empezando a incomodarme.

-¿Quieres fumar -ofreció repentinamente.

-¿Estas loco? Obvio no, no me gusta -no me siento lo suficientemente confiado como para decirle que fumo estando bajo presión o cuando me siento estresado-. Además, nos castigaran si nos ven fumando.

-¿Cuanto quieres apostar a que no? -en eso se colocó un cigarrillo en los labios encendiéndolo.

-Nada, porque no habrá apuesta.

Le arrebate el cigarro de los labios apagándolo y lanzándolo al suelo.

-¡Hey!

Lo agarré desprevenido quitándole la caja guardándola en mi bolsillo.

-¡Oye, eso no se vale! -se quejó.

-Deja el fastidio y acompañame, debo arreglar la habitación ahora mismo -hablé autoritario.

-¿Luego me devolverlas los cigarrillos? -preguntó mostrándome un tierno puchero.

Oh no mi hermano, tus "encantos" no funcionan conmigo.

-Nop.

-Demonios -refunfuñó.

...

-Nos vemos mañana en el autobús niño -sonrió.

-Obviamente.

-¿Me devolverlas los cigarros?

-Que no, ahora vete.

Y dio media vuelta con la cabeza cacha, se veía gracioso.

Al entrar a la habitación me encontré con que la cama estaba en su lugar al igual que los gabinetes. Dan se encontraba en medio de la habitación recogiendo la ropa del suelo.