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Capítulo 13: Excitado

Capítulo laaaaaaargoooo, disfruten, sé que lo harán 😏😏

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Su rostro estaba encendido en furia.

Estaría temblando de miedo sino estuviera en esta situación. Mi vista se nublaba de vez en cuando y jadeaba constantemente. Mi frente tenía una capa de sudor.

—Dan, amigo, entraste en el momento que iba a divertirme. Sólo dame cuatro minutos y te devuelvo a tu lindurita —su maldita voz me repugna al grado de querer taparme los oídos ahora mismo.

Que este sujeto me llame así me genera unas fuertes ganas de golpearlo, en él no suena bien. No me gusta.

El rostro de Dan estaba irreconocible mientras avanzaba lentamente hacia nosotros. Desde el día que lo conocí jamás había visto esa expresión en su rostro. Se veía temible.

Estaba de cuclillas, agarró a Jhon del cuello y lo acercó a su rostro.

—Tus amigos están esperando afuera, es mejor que te marches sino quieres que algo verdaderamente malo te pase —su voz era monótona.

No era a mí a quien le hablaba y ya podía sentir pánico en mi cuerpo.

Dan apartó a Jhon y este al levantarse salió prácticamente corriendo. El pelirrojo fijó su vista en la mía, jadeaba rápidamente y constantemente suspiraba. Con los ojos entrecerrados veía la preocupación de Dan quien me tomó en sus brazos recostando mi cabeza en su pecho escuchando sus casi acelerados latidos.

Mi piel inmediatamente se erizó y un pequeño cosquilleo se instaló en mi cuerpo. Su tacto me afectaba, aun cuando solo tocaba mi ropa.

Sentí su cómoda cama tocar mi espalda, él se movía desesperado en busca de lo que supongo es mi frasco de pastillas. Empezaba a retorcerme en la cama mientras mis exhalaciones se volvían rápidas. Tener una firme erección atrapada en mi pantalón no es muy cómodo que digamos. Mordí mi dedo pulgar, estaba sintiendo unas grandísimas ganas de tocarme ahora mismo, y desde que tengo doce morderme el dedo me tranquilizaba, pero sólo un poco.

Joder, no quiero perder la cordura, si lo hago no me perdonaré si llego a hacerle algo desagradable a Dan.

Cerré los ojos con fuerza y me coloqué de lado apretando mi pene con mis muslos buscando un poco de alivio. Un pequeño gemido salió de mis labios.

Vamos Dan, en cualquier momento perderé el controlo o romperé mi dedo, y las dos no son muy buenas opciones. Sentía el sabor metálico de mi sangre deslizándose por mi dedo siendo lamido de inmediato por mí.

—D-Dan, rá-rápido —un gemido brotó de mi boca.

Abrí los ojos al sentir como alguien me enderezaba en la cama dejando abiertas nuevamente mis piernas. Gemí cuando mi entrepierna dejó de ser apretada.

—Abre la boca.

Le obedecí y sentí sus dedos en mi boca, cerré mis labios aprisionando sus dedos lamiéndolos con mi lengua. Él soltó la pastilla y alejó su mano. Mastiqué la pastilla, en menos de dos minutos debería de hacer efecto.

Bajo la atenta mirada de Dan abrí mis piernas y sin ningún rastro de vergüenza desabotone el short bajándolo un poco, no podía resistir un minuto mas con esa erección atrapada.

Ya había pasado un rato, la pastilla tendría que hacer efecto, pero sólo me siento más caliente que antes.

Mordí mi labio inferior sintiendo como mi erección pedía a gritos que le diera alivio.