⦏𝖈𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖗𝖊𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖙𝖗𝖊𝖘⦐

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Atlanta, Georgia
03:56PM

Entraron al elevador y enseguida el chico presionó el botón para que segundos después las puertas se cerraran frente a ellos, seguido ambos giraron la cabeza para verse y por último se sonrieron sin decir nada. Hannia vio de reojo como Finn se acercaba un poco y decidió sólo esperar algún movimiento por su parte. Sintió como la mano de su compañero rozaba contra la suya y después como sus dedos también comenzaban a tocarse.

Los dos miraban las puertas grises con algo de miedo a mirarse entre sí y que eso pudiera acabar con la conexión que sentían en ese momento.
Esa tarde habían estado pasando cosas raras -pero lindas- entre ellos, así que decidió dar un segundo paso y tomarle la mano a Finn; a lo cual él respondió bastante bien, sus dedos se entrelazaron haciendo que sus manos se apretaran un poquito más y ambos bajaron la cabeza para intentar ocultar su sonrojo.

Salieron del elevador y dieron una vuelta hacia la izquierda aún tomados de la mano, el rizado metió la mano libre a su bolsillo y buscó la tarjeta con la que abriría la puerta de la habitación. Por parte de la castaña miró su celular y consigo los mensajes nuevos provenientes de Frank, Lissa y por supuesto también de Matt. No respondió ninguno, ni siquiera los leyó y puso el celular en vibración.

Se acercaron a la puerta beige con un número colgando de ésta y Hannia se dedicó a observar al chico junto a ella, escucharon un fuerte pitido y luego bastó con un leve empujón para que la puerta estuviera completamente abierta.
Entraron y no hubo nadie a la vista, volvieron a mirarse pero esta vez con algo de intriga. Finn fue el que terminó con el agarre de sus manos para así poder quitarse la mochila de Han de la espalda y ponerla en uno de los sillones.

—Se supone que estarían aquí.— habló el chico con confusión y volvió a tomarla de la mano para comenzar a caminar por toda la habitación.

—Tal vez salieron.— le respondió ella dejando que la condujera por todo el lugar. —¿Por qué no le mandas un mensaje a alguno de ellos?— prosiguió y ahora él sacó su celular para hacerlo.

—¡Hey! ¡Llegaron!— se giraron y se encontraron con el moreno, quien alertó a los dos siguientes. —Estábamos viendo el tráfico por el balcón. No los escuchamos llegar.— señaló con el pulgar a la puerta corrediza y se les acercó.

—¡Gaten! ¡Están aquí! ¡Ven ya!— gritó mientras entraba el castaño casi corriendo hacia los otros tres lleno de emoción. —¿Ya son novios?— miró las manos de los chicos y se cubrió la boca con la mano para  ocultar su sonrisa.

—¿No puedo tomarle la mano?— cuestionó el rizado y la chica solamente le apretó la mano y enseguida ambos sonrieron. —No, solamente quise agarrar su mano.— intentó corregir y sus amigos asintieron.

—¡Por fin!— llegó el chico restante caminando a paso rápido y enseguida abrazó a la chica con bastante felicidad, todos ahí estaban sorprendidos, algunos incómodos y otros celosos.

—¡Hola!— gritó Finn haciendo que se separaran en un acto rápido, luego le sonrió a Gaten apretando los labios y con un aspecto serio. Se acercó y de igual manera abrazó al más alto con algo de inseguridad, quiso decirle algo pero el pelirrojo se adelantó. —No digas nada. Sólo, no vuelvas a hacerlo por favor.— completó.

Se sentía raro, simplemente no lo podía explicar; no se sentía enojado pero tampoco feliz. Sus emociones al estar con Hannia lo hacían sentirse así pero las actitudes de sus amigos con ella le hacían sentir lo contrario. Estaba bastante consciente de que no era su novio y por lo tanto no tenía ningún derecho de reclamar algo que no era suyo, claro estaba pero, eso no le impedía sentirse de esa manera ¿cómo lo podía controlar?

➴❛❛𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐇𝐀𝐓𝐄❜❜; 𝐅.𝐖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora