Llegue a mi habitación donde me encontré con Clarisse quien era mi acompañante, realmente se ocupaba de todo desde hace mucho tiempo, si bien era unos años más grande que yo era mi mejor amiga y no había cosa que ella no conociera de mi.
-Lucia, ¿Qué sucede?-Nisiquiera tenia decirle que me ocurría ella lo sabía.
-Mi madre me ha armado un matrimonio-Dije mientras me dejaba caer sobre el sofá.
-¿Como es posible? Aunque no me sorprende, su madre siempre ha sido así.
-Lo se, pero no voy a dejar que esto pase.
-Sabia que esto algún día sucedería, ¿Sabe? Es muy difícil que alguien como usted tenga la libertad de elegir con quien compartir su vida.
-Lo se, pero lo peor es con Erick.
-¿El conde?
-¡Si!-Mis nervios estaban en el techo, en cualquier momento colapsaría.
-No le conozco pero desde lejos no parece tan malo.
-¡Es qué no lo es! ¡Es encantador!-Tome un cojín del sofá y lo apoye contra mi rostro antes de gritar.
-¿Y cual es el problema?
-Usted sabe.
-A lo mejor si, pero quiero que me lo digas.
-Desde pequeña sueño con casarme.
-Eso lo sé, recuerdo que me obligaste a leerte los votos de tu padre.
-Yo no entiendo como es que se pudo enamorar de mi madre, todo fue arreglado.
-Aveces surgen sentimientos luego de pasar tanto tiempo con alguien-Eso lo sabia perfectamente.
-No creo que me pueda pasarme eso.
-¿Por qué?
Porque he estado cinco años lejos y no he podido sacar de mi cabeza a la única persona que eche de menos de este palacio hasta el punto de querer regresarme en el primer barco. Ahora que he regresado las ganas de correr a sus brazos me están matando, ¿Sabes? Incluso en el banquete de bienvenida en el momento que lo vi mi mundo se detuvo y cuando se alejo yo...¡Maldición! Corrí detrás de el como si nada importara.
-Porque yo no tengo sentimientos.
-No te creo, yo se muy bien lo que te pasa.
-No, no lo sabes y si crees que lo sabes, no lo digas porque es mentira.
-Bueno no importa que lo diga yo se lo que he visto en el banquete con cierto chico cuidador de jardines...
-¡Clarisse!
-Bueno ya paro-Ella sabia perfectamente todo de mi, y aveces era una desventaja pero que más daba yo confiaba en ella más que en nadie. Luego de hablar un poco más nos fuimos a dormir ya que me esperaba un día largo mañana, al parecer mi madre había organizado un almuerzo que se realizaría en el jardín principal. Había pensado un plan para hacerle la vida imposible, a ella y el condesito con el que me quiere casar.
Comencé la mañana con una ducha y me mentalicé para lo que ocurriría, mientras me terminaba de preparar salí a mi balcón mientras cepillaba mi cabello. Me gustaba aquel lugar porque podía observar una gran parte del jardín principal, los empleados estaban preparando todo para el almuerzo pero yo realmente no quite mis ojos de Bruno quien estaba podando un arbusto. Al parecer el noto que le miraba ya que se volteo en mi dirección, una pequeña sonrisa se me escapo y el la correspondió.
-¡Lucia! ¿Ya estas lista?-La voz de mi madre se escucho desde dentro de la habitación, respire profundo y entré.
-Lamentablemente.
-No seas grosera, ve yendo al jardín y supervisa que todo este perfecto que pronto llegara Erick y espero que te comportes esta vez.
-¿Y qué pasa sino?
-Me vas a conocer.
-Uy que miedo-Comenzó a decirme cosas que preferí omitir y me largue de allí. Lo primero que hice cuando llegue fue ir detrás de bruno y lo ultimo que pensaba hacer era supervisar un almuerzo que planeo arruinar, es más, si se arruina solo mucho mejor.-Bruno.
-Buenos dias, señorita ¿Le puedo ayudar en algo?
-Nada solo que ayer le deje sin una explicación y quería disculparme.
-Lucia, usted puede hacer lo que quiere, no se disculpe supuse que tenias que encargarte de algo.
-Si, mi madre me ha armado un matrimonio que el día de hoy planeo arruinar-Le conté mientras el dejaba la tijera de podar a un lado.
-¿Usted no quiere casarse?
-No, es decir, si. Pero no así. ¿Y usted?
-No creo que le interese.
-¿Acaso esta subestimando mis intereses?-El castaño me regalo una de sus sonrisas en las que no sabia como responder ante mis preguntas, muchas veces le daban gracia, pero de la buena forma.
-Lucia usted es muy...
-¡Lucia!-La voz de mi madre se escucho por todo el jardín, podría jurar que se escucho kilómetros y kilómetros.-Te encargue de algo.
-¿Acaso no ves? Estoy supervisando lo que hace-Le eche a bruno una mirada de complicidad deseando que no dijera nada.
-Pero lo que hace no tiene que ver con el almuerzo que hemos organizado.
-¿Hemos? Yo ni siquiera quiero estar aquí.
-Deberías quererlo, esto es por ti.
-No, esto es por ti y tu obsesión con joderme la vida.
-Eso fue justo lo que le dije a tu padre cuando apareciste-Antes de que dijera algo más salí corriendo de allí. Cuando estuve lo suficientemente lejos de todo, no aguante más y las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Bruno apareció segundos después, seguramente tenia sus dudas de lo que mi madre me acababa de decir.
-Eso fue...muy duro-Comento acercándose un poco más, asentí con mi cabeza antes de dejar que me consolara entre sus brazos.
-Lamento que hayas tenido que escuchar eso-Me disculpe mientras me alejaba lentamente y limpiaba las lagrimas que aun quedaban en mis mejillas.-No te disculpes, Lucia.
-Ahora lo sabes.
-No, no sé nada, yo no tengo porque sacar conclusiones ni debo...
-Lo sabes, es lo que crees, mi madre no es mi madre biológica. Mi padre si, pero no mi madre y quise decírtelo antes de irme pero apenas lo supe mi mundo se destruyo.
-Vele el lado bueno, no compartes sangres con esa mujer-No pude evitar reír y el me regalo una de sus tantas sonrisas.
-Lo siento.
-¿Por qué?
-Porque estas aquí conmigo, con problemas que no tienes que ver y...
-No me pagan lo suficiente, ¿No crees?-Golpee su hombro y este río.
-Que gracioso.-Deje salir un suspiro-Ahora no se que hacer.
-Deberías regresar y demostrarle a tu madre que no tiene el control de tu vida.
-Como si fuera tan fácil, tú porque no conoces con el que planea casarme.
-Déjame adivinar, es el típico chico con el ego por las nubes que piensa que puede tener a cualquiera a sus pies.
-Ni que fuera tú.
-¿Perdón?
-Te perdono, Bruno. Y tienes razón, demostrar que no tiene control de mi es justo lo que haré-Dije antes de salir huyendo de allí de regreso a donde se estaba organizando el almuerzo.