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Narra Lucia:

Estaba aterrada desde que aquel sujeto me dejo con Bruno, no estaba realmente atemorizada por mi seguridad sino porque lo había dejado todo. A Clarisse, a mi hermano...Me esperanzaba que mi abuela y mi madre se encontraban lejos en estos momentos del castillo pero no podía estar tranquila.

Carlos era el nombre que había aparecido en mi habitación, su nombre realmente me sonaba y algo en el me recordó mucho a mi padre.

-¿Como crees que se encuentren?-Le pregunte a Bruno quien me acompañaba, nos encontrábamos en donde anteriormente el vivía con su padre.

-No lo sé, Lucia. Pero espero realmente que estén bien.

-No me puedo quedar tranquila mientras yo estoy segura aquí y mi familia puede que este en peligro...

-Lo sé, no tiene porque estar tranquila. Pronto tendremos noticias de Carlos, el dijo que regresaria.

-Bruno si algo les pasa te juro que no me lo perdonaría...

-Si algo les pasará no sería su culpa-Tenia razon. Se acerco un poco y yo quise alejarme, pero en aquel momento todas mis defensas estaban bajas-Y si algo le pasa a usted...

-No lo diga Bruno-Le pedí. No tuve quejas de su parte, ni si quiera hubo una palabra que saliera de su boca luego de ello. Se alejo un poco de mi entrando a otra habitación y yo comprendí que en esta situación lo que menos alguien espera es alguien que sea borde. Llevaba tiempo sin hablarle, sin saber realmente de el, en el fondo la razón por la que había ido al pueblo era con la esperanza de verle. Le echaba mucho de menos. Y ahora me sentía realmente tonta, le tenia allí, sin nada que nos separe, aunque no en la situación mas conveniente. Regreso segundos después alejándome de mis pensamientos, traía lo que parecía ser una de esas cortinas viejas en sus manos y la extendió cerca de un muro de aquel lugar. Se sentó allí y yo di un paso adelante, respire una ultima vez antes de terminar de acercarme. Termine sentándome a su lado pero el seguía sin mirarme y decir alguna palabra. Tampoco dije nada por unos minutos, me limitaba a mirar mis manos intentando encontrar las palabras correctas para disculparme.

-Bruno...-Susurre, provoque el me mirase y supe en ese momento que nada de lo que sentía había desaparecido.-Lamento mucho lo de antes. 

-No se culpe por no querer escuchar algo de mi-Negué con mi cabeza y inconscientemente sonreí.

-Bruno yo...

-Yo tampoco quisiera saber nada de mi luego de lo que le hice-Desvié mi mirada un momento luego de ello, es que no podía mirarle.-Se que no es el mejor momento de nuestras vidas, y que no sabemos que es lo que ocurrirá pero solo déjeme decirle que lo siento mucho porque no se si tendré otra oportunidad. 

-Mi hermano me contó sobre lo que le pediste-Pareció sorprenderle que lo supiera-Se arriesgo mucho en decirle la verdad ¿Lo sabe? 

-Lo sé, pero tú hermano lo único que me dijo es que tu felicidad para el estaba sobre todo-Acerque mi mano hacia el y roce su suave piel con ella posandola sobre una de sus mejillas mientras le miraba con mucha ternura.

-Creo que tú nunca entendiste que para mi significabas felicidad.

-No tengo más que ofrecerle...-Pude sentir tristeza en sus palabras.

-Yo ni eso puedo ofrecerle.

-No diga eso...

-Usted sabe que yo no puedo ofrecerle felicidad porque mi vida siempre ha sido un desastre y yo ya debo dejar de arrastrarle conmigo.

-Lucia...

-Es por ello que no he querido verle, aprendí que debo dejarle ser feliz. Tienes ese privilegio.

-¿Como pretende que sea feliz sin usted?

-Lo descubrirás-No pude verle de esa manera, no pude soportar que mis ojos me miraran reflejando tristeza por lo que le decia. Le sonrei intentando animarle y deje que mis manos sostuvieran sus mejillas antes de besarle.

Narra Clarisse:

Pocos centímetros antes de que sus labios rozasen los míos lo empuje rodeandole alejándome al lado contrario de la habitación, Felipe se giro quedado de frente a mi y yo negué con mi cabeza.

-Clarisse...-Seguí negando con mi cabeza, dio un paso adelante.

-Deténgase, por favor. 

-Solo respondame una cosa...¿Usted si estuviera conmigo seria feliz?

-¿Acaso olvida que...

-No, no he olvidado que soy un rey. Pero deja de lado un momento nuestros rangos...piensa en nosotros como hombre y como mujer.

-¿Qué pretende con esa pregunta? ¿Quiere hacerme daño?

-Quiero que se case conmigo-Quede pasmada ante esa confesión y cuando se acerco, sujeto mi mano y sus ojos se encontraron con los míos supe que su corazón era el que estaba hablando.-Si me dice que si le prometo que haré todo para que esto suceda. Para que lo nuestro suceda. 

Arriesgalo todo.

-No se que decir.

-Solo dígame que si.

-Si-Dije sin pensarlo más-Si, si, si.-Repetí antes de que sus labios se encontraran con los mios. Pude sentir como sus manos me sujetaban y me levantaban girando al mismo tiempo que nuestras risas salían. Cuando mis pies volvieron a tocar el suelo Felipe saco un anillo, deje que me lo colocara y yo quede alucinada viendo esa sortija en mi dedo.-Te amo, Felipe.

-Te amo, Clarisse. 

-Arriesgara todo...

-Arriesgaremos todo-Tomo mis manos entre las suyas y dejo un beso en mi frente.

-Nunca creí que haría esto.

-Se que no ha sido la mejor declaración de amor...pero no puedo ocultar la desesperación que siento al imaginarle con alguien más y tampoco puedo ignorar el hecho de la paz que me genera estar a su lado. Se que no sera fácil pero la corona que llevo en mi cabeza no sera impedimento para mi felicidad.

-¿Su felicidad?

-Si, y mi felicidad va de la mano de la tuya-No pude aguantar más y me lance sobre el besando sus labios, realmente estaba tan feliz en aquel momento, ni siquiera podría explicar exactamente lo que sentía por más que sabia que era locura. Siempre me negué a sentir cosas por el, aunque en el momento que me di cuenta que no podía negar algo que ya sentía, me tenia que proteger a misma porque pensaba que el nunca iba a arriesgarlo todo por mi. Pero aquí estaba y la sortija que llevaba en uno de mis dedos demostraba que lo haría.

Más allá de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora