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-¿Entonces qué? ¿No vas a decir nada?-Bruno no había soltado una palabra luego de que le dijera que tenia dudas.-¿Nada?-Mi voz sonó algo quebrada al final. Entre el enojo y la decepción termine saliendo del deposito, Bruno me siguió mientras me llamaba y me decía que me detuviera pero ni siquiera me gire un momento. Logró alcanzarme cuando ya me encontraba dentro del castillo, se coloco delante de mi bloqueando mi paso y me miro, me miro de esa manera tan incomprensiva que podía jurar que ni siquiera el sabía como mirarme en aquel momento.

-Lucia usted sabe que yo la adoro, pero no se que quiere de mi. Estamos ambos comprometidos con otras personas...

-Pero mi compromiso no es real y el tuyo tampoco.

-¿De qué habla?

-¿Maria no le contó?-Escuche como alguien se acercaba, así que no tuve otra opción que agarrar del brazo a Bruno y arrastrarlo a mi habitación donde estaríamos "seguros". Al llegar cerré la puerta con seguro y corrí las cortinas cubriendo las ventanas.

-Siempre tan precavida-Comento. Le mire sin muchos ánimos y me senté en la punta de mi sofá. El se sentó a mi lado y comenzó a jugar con sus manos, estaba nervioso.-Sabe lo Maria...

-Si, hace unos días me escape de un banquete no muy lejos del bar porque necesitaba verle-Sabia que me arrepentiría tarde o temprano de decirle la verdad-Pero usted nunca apareció y Maria fue quien me salvo de Diego, ¿El siempre ha sido tan...

-¿Diego te hizo algo? Juro que si te ha tocado siquiera un pelo voy a...

-No ha hecho nada, calmese. ¿Aparte que puede hacer usted con esa altura?

-¿Acabas de decir que soy bajo?

-Tal vez-Rodo sus ojos y yo me reí. El ríe a los pocos segundos también y luego entre sus manos toma mi mano.

-Lucia yo aquel día sabia lo de su banquete y fui a buscarle. Al parecer pensamos lo mismo.

-¿Esta hablando enserio?

-Si.

-Que triste, ni siquiera nos cruzamos.

-En realidad, yo si le vi pero se encontraba muy agusto bailando con su prometido-Sabia que no debía de haber bailado con Erick, algo presentía.

-Si, en realidad me chantajeo, no iba a dejarme ir sino bailaba con el ¿Puedes creerlo? Es un imbécil.

-Concuerdo-Le sonrei animada pero el no me devolvió una sonrisa de igual forma, bueno si lo hizo pero en ella había tanta tristeza que le opacaba.

-¿Qué sucede, Bruno?

-Es difícil de explicar, usted a lo mejor no lo entienda nunca.

-Ayudame a entenderlo.

-Bueno, usted es una princesa. La hermana pequeña del rey. Y todos sabemos que usted tiene grandes responsabilidades con las que cumplir ¿No?

-Asi es.

-Cuando le vi bailando con Erick, rodeada de toda esa gente me di cuenta que nunca voy a poder ser como el, ni siquiera alguien parecido.

-Yo no quiero a alguien como el, yo le quiero a usted.

-Lucia...no hagas esto más difícil, tarde o temprano tendríamos que haber terminado con esto-Aleje mi mano de las suyas y mire hacia otro lado, estaba enojada en aquel momento.-No te enojes conmigo, usted sabe que si fuera por mi...

-¿Si fuera por ti qué?-Le mire mientras sentía tanta impotencia.-Sabe Bruno yo no le entiendo, ahora que lo pienso la única que ha hecho algo por lo dos desde que llegamos fui yo, siempre te busque arriesgándome, porque claro usted no tiene mucho que perder más que un trabajo pero usted no sabe todo lo que he arriesgado por estar contigo.

-Lucia, perdóname pero no puedo.

-Vayase Bruno.

-Si eso es lo que usted quiere-Se levanto con velocidad, es como si ni siquiera le importara quedarse conmigo. Se le hizo tan fácil.

-A usted no le importa lo que yo quiero, vayase.

-Lucia...

-Bruno.

-No quiero que nos lastimemos.

-Que gracioso que usted lo que diga ¿Sabe? Porque es justo lo que acabas de hacer.

-Usted sabe que yo siempre le voy a querer.

-No puedo creer que tenga el descaro de mentirme de esa manera.

-¿No me cree?

-No, porque si es lo que realmente usted quisiera lo hubiera demostrado, pero desde que llegue he estado intentando convencerle de lo que se supone que quiere. Eso no es querer, Bruno.

Narra Clarisse:

Me encontraba dirigiéndome a la habitación de Lucia pero en el camino me encontré al rey, Felipe. Quien tenia una expresión de confusión y cuando me vio, se acerco sin rodeos. Desapercibida me tomo por completo, realmente necesitaba dejar de perder la cabeza cada vez que se acercaba a mi.

-Clarisse, es a usted justo a quien buscaba.

-Felipe, ¿Qué es lo que usted necesita de mi?

-Usted conoce a mi hermana menor mejor que yo así que puede quitarme esta duda que me ha generado verle entrar a su habitación con alguien.

-¿Alguien? ¿A qué se refiere? Debe de haber visto mal.

-No, yo vi perfectamente ello y se exactamente de quien se trataba.-Mierda Lucia, la has liado.

-¿De quien?

-Creo que su nombre es Bruno, su familia ha trabajado en el palacio por años.

-A lo mejor Lucia quería unas flores en su habitación, ya sabe como es su hermana-Era una buena excusa para que no se de cuenta de lo que realmente ocurría.

-¿Usted cree? Por un momento creí que...

-Si eso creo, no creo que haya una explicación muy lejana a esa.

-Entonces voy a regresar a su habitación, necesito hablar con mi hermana-No me dio mucho tiempo para detenerlo pero cuando le alcance ya nos encontrábamos en la puerta de la habitación de Lucia. La puerta se encontraba abierta y ambos logramos ver a la pequeña Lucia abrazándose a si misma, algo había ocurrido. Entre detrás de Felipe quien no entendía que le ocurría.-¿Lucia? ¿Qué ha ocurrido?

Yo no solté palabra alguna, solo me acerque y la abrace porque sabia que en aquel momento era exactamente lo que necesitaba. Mire a Felipe quien reflejaba mucha preocupación por su hermana, le hice una seña para que se acercara y el lo hizo. Yo me aleje dándole el lugar para que pudiera abrazarla y así lo hizo. Lucia desconsolada comenzó a llorar en los brazos de su hermano mayor y yo sentí mucha angustia. Tenia una mala sensación y sabia exactamente quien era el que había provocado que ella llorara de esa forma.






Más allá de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora