Narra Clarisse:
Catalina había reunido a cada noble del castillo para la partida de Erick, el hijo de su prometido. Por otro lado, me había sorprendido por completo la presencia de Felipe porque sus obligación no tornan al rededor de estos asuntos.
Lucia quien se encontraba a mi lado parecia estar absorta de ello, se veía totalmente diferente y no había tenido la oportunidad de preguntarle.
Lo que le había ocurrido había sido muy doloroso, y tenia miedo de que haya sido tan doloroso hasta el punto de bloquearla. Cuando su padre murió su corazón se volvió frío, tardo mucho tiempo en volver a ser lo que es ahora.-Ya se encuentra todo listo para la partida del conde Erick-Anunciaron y entonces el ya nombrado se acerco a mi querida princesa. Pude ver como intercambiaban palabras y se miraban con tristeza. Sabia que Lucia le había tomado un gran cariño y se que estuvo con ella cuando nadie más lo estuvo lo cual provoco que se haya ganado mi respeto.
Un beso fue lo que el le dio, uno de esos besos que dicen lo mucho que se echaran de menos. Me sorprendió un poco, claramente Lucia no podía rechazar un beso de su prometido enfrente de todos.
Al separarse, pude ver como Lucia volvía a su postura donde no mostraba ninguna emoción. Luego de que partiera todos comenzaron a irse, pero yo me quede a su lado esperando que decidiera volver a su rutina.
Pude ver como el rey se acercaba a su hermana pequeña y le daba un cálido abrazo. Seguidamente tuvieron una corta conversación, me quede expectante hasta que ella se me acerco.
-Voy a pasar el resto de la mañana junto a mi hermano, puedes retirarte-Me sentí un poco inquieta porque esa no era la forma de hablar que ella tenia. Asenti con mi cabeza y ella se retiro junto a su hermano. Catalina fue quien impidió que me fuera.
-Clarisse, me he enterado sobre su mala racha con los hombres de anoche. Lo lamento, ya tendrá otras oportunidades. Le encontrare el hombre de sus sueños. Por otro lado, ¿Donde se encuentra Maria? Me han informado que no se encuentra en su habitación y esta se encuentra totalmente vacía.-Vale, ahora si me había metido en un gran problema.
-Ella ha tenido que partir en la noche, al parecer una de sus primas estaba por dar a luz y ha tenido complicación. Quiso partir cuando antes para acompañarle.
-La maternidad suele ser muy peligrosa, recuerdo que Felipe cuando comenzó a crecer en mi vientre no dejaba de moverse. Solía darme unas pataditas cuando dormía, me despertaba totalmente aterrorizada.-Era la primera vez que escuchaba a Catalina hablar de esa forma, la primera vez que no parecía ser un monstruo sin corazón.
-Parece que fue una gran madre, bueno aún lo es-Comente intentando no ser descortés con la persona que solía ser mi reina.
-Felipe ha sido el mejor logro de mi vida.-Me sorprendía un poco que no hablara para nada de Lucia, pero sabía que ellas no tenían el mismo linaje de sangre pero pocas personas lo sabían. Sorprendentemente ellas se parecían, podría jurarse que sus ojos los había heredado por ella pero solo había sido una simple casualidad.-Clarisse, déjeme preguntarle algo.
-Por supuesto-Fije toda mi atención en ella.
-¿Realmente usted cree que no estoy al tanto de su aventura con mi hijo?
Narra Maria:
Me encontraba apunto de partir, Diego había tenido un problema poco antes de nuestra partida provocando que nos retrasemos. El transporte que nos llevaría ya había partido y no sabia como íbamos a regresar hasta que apareció con dos caballos. Uno era negro y otro marrón.
-¿Vas a construir un carruaje para mi?-Le pregunte y este negó.
-Voy a enseñarle a cabalgar-Fue muy gracioso que dijera eso porque pocos minutos después me encontraba cabalgando perfectamente, era uno de mis talentos ocultos. La boca de Diego quedo abierta al descubrirlo.
-¿Y bien? ¿Ya podemos partir?-Salio del transe que le había provocado mi talento y comenzamos nuestro viaje. Por alguna razón terminamos en el camino largo que daba al pueblo, quise matarle cuando me di cuenta de ello porque tuvimos que parar para que nuestros caballos descansaran y tomaran agua. Mientras lo hacían me dispuse a buscar agua.
-Maria, hablame-Me pidió Diego de quien pasaba hace ya un tiempo-Lamento mucho haber tomado otro camino, no lo he hecho con malas intensiones.
-No quiero saber sus intensiones-Dije mientras seguía caminando entre los arboles.
-Solo quería pasar más tiempo con usted-Sabia perfectamente eso-Por eso lo hice.
-Ahora tardaremos el doble de tiempo en regresar-Finalmente encontré lo que parecía ser un pequeño lago entre dos montañas por donde caía agua formando una hermosa cascada. Quede maravillada ante esa vista.
-Habia escuchado de este lugar-Comento Diego al llegar, se acercó un poco más inclinándose tomando un poco de agua con sus manos.-Dicen qué un rey venia aquí con su amante a ocultarse, la historia es mucho más romántica y trágica pero en la historia se describe este lugar. Las rocas que dividen la cascada, las flores que le rodean color carmesí y los verdes pastizales.
-Este lugar es de en sueño-Me acerque hasta quedar a su lado y pude verle reflejado, este se levanto y se dio vuelta.
-Traeré a los caballos para que beban del lago luego podemos partir, pronto llegaremos al pueblo-Dijo dejándome allí. Fue extraño la forma en que lo dijo, supuse que se sentía culpable por habernos desviado del camino y en parte era mi culpa por haberle reprochado. Una loca idea se me ocurrió y no pensé dos veces en hacer esa "idea" real. Comencé a desvestirme pero en el proceso un quejido se escucho detrás de mi, me gire y pude ver como Diego se encontraba de espaldas.-Perdóneme, no sabia que quería tomar un baño.
-Tomaremos un baño-Afirme mientras me metia lentamente al lago hasta el punto de que mi cuerpo no se viera.-Ya puede voltearse, desvistase.
-¿Esta segura?
-Si me preguntas otra vez eso voy a arrepentirme, apresúrese-Le dije mientras comenzaba a nadar un poco.