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Narra Lucia:

Comenzaba a hacer frío pero no quería irme de allí, por desgracia el sol aun no calentaba lo suficiente y verle temblar a Erick me preocupo ya que el tenia un largo viaje y si se enfermase seria mi culpa.

-Creo que es momento de regresar-Le comente mientras me reincorporaba.

-¿Ya se ha cansado de mi?-Rodee mis ojos ante esa acusación.

-La verdad es que si...-El me miro totalmente ofendido-No quería decírtelo pero ya lo sabes.

-Siempre tan dulce, Lucia-Solte una pequeña risa mientras me levantaba y extendía mi mano hacia el.

-Levantate, vamos, vamos.

-Ya, ya-Dijo antes de tomar mi mano y con mi ayuda levantarse.

-Ahora vámonos, usted tiene que alistarse para su viaje.

-Y usted tiene que dormir un poco-Le saque la lengua demostrando totalmente mi madurez, ambos terminamos riendo y luego nos pusimos en marcha.

Narra Clarisse:

Me encontraba junto a Maria buscando ya con desesperación a nuestra princesa, realmente estába preocupada porque realmente no había ni un rastro de ella en ningún rincón del palacio. En parte es mi culpa, no debí perderla de vista ni un momento.

-Ya no se me ocurre en que otro lugar buscarle, es como si hubiera desaparecido-Dije mientras caminaba a la par de Maria quien parecía estar apunto de tener un ataque de nervios.

-No puedo irme sin saber nada de ella-Había olvidado que dentro de poco ella regresaria al pueblo. Salimos de los interiores hacia los jardines donde pude ver a Diego hablando con Bruno.

-¿Ya esta lista, Maria?-Ambas intercambiamos miradas y yo le hice una seña para que se vaya.

-No...-Sabia que iba a negarse.

-Si ya esta lista-Diego asintió apartándose de nosotras y entonces Bruno se acerco.-Tienes que regresar, prometo contarte algo si le encuentro.

-¿Aún no la han encontrado?-Pregunto Bruno.

-No, la hemos buscado por...-Nisiquiera pude terminar mi oración porque le vi, allí estaba sola caminando en dirección al palacio y no estaba sola. Erick le acompañaba y parecía por su vestido que se habían caído. Rápidamente me acerque y mi lado protector salio.

-Lucia, ¿Donde estabas?

-Con Erick-Respondio mirando un momento a los demás con cierta frialdad, nunca la había visto de ese modo. Paso de mi junto a Erick adentrándose cada vez más al castillo.

-¿Como es que ha actuado tan normal delante de la princesa?-Pregunto Diego poco después y Bruno junto a Maria con sus miradas me indicaron que el no sabia nada.

-Trabajo para ella, ya tenemos una relación un poco intima-Comente con naturaleza.

-Eso quiere decir que nos conocemos-Claro que nos conocíamos, antes de que Lucia haya sido enviada a terminar sus estudios solíamos vivir en el palacio pero su madre no dejaba que le vieran demasiado, supuse que era porque no era su hija legítima y incluso algunos ni sabían de su existencia. Por otro lado, solíamos ser bastante diferentes porque para ser poco conocida poco llamativas había que ser.

-No lo creo, por lo que tengo entendido usted hace poco ha salido de la base y a lo mejor solo nos hemos cruzado unas pocas veces pero no las suficientes para saber de la existencia del otro -Pude ver como Bruno estaba intentando hablar con Maria pero ella le ignoraba. Fue extraño porque por lo que tenia entendido ellos eran muy unidos. Pensé en despedirme pero siquiera di un paso cuando los tres se inclinaron, frunci el ceño ante sus acciones hasta que capte la presencia de Felipe detrás de mi.

-Clarisse-Soltó y yo realmente no supe que hacer.

-Su majestad-Dije haciéndole una reverancia claramente para no implicar que teníamos confianza.

-¿Qué hace aquí afuera?-Busque rápidamente una respuesta pero no lograba formularla bien.

-Conviviendo con los empleados, eso es lo que soy después de todo.-Felipe miro a los demás.

-Ya pueden levantarse, no tienen que hacer eso-Los tres obedecieron y no pude lograr reaccionar lo suficientemente rápido como para que no reconociera a Maria-Maria, no le había reconocido...-Se tomo un segundo para mirar lo que traía puesto-¿Qué le...¡Bruno!

¿Se conocían?

-Sumajestad-Diego no podía creer que el mismísimo rey les conociera, era muy graciosa su expresión de asombro. Estaba en una especie de transe.

-Me han informado que se ha comprometido-Claramente era un tema que nadie quería tocar, pero ahí estaba Felipe.

-Si, ha sido en la noche-Felipe finalmente miro a Diego.

-¿Usted trabaja aquí también?-El morocho asintió con su cabeza-¿Cual es su nombre?

-Soy Diego, el general principal de la tropa real. Soy nuevo en este puesto, por eso aún no nos habían presentado-Al parecer el que tenia un puesto más alto era el único desconocido para el rey.

-Agradezco mucho su valentía y predisposición para proteger a mi familia-No entendía a que se debía todas esas palabras. Su mirada finalmente regreso a mi.-Si me disculpan necesito de la presencia de Clarisse, tenemos un asunto que atender.

Sin que pudiera decir algo este comenzó a caminar dejándome con la boca abierta. Intercambie unas miradas con Maria quien comenzó a reír.

- El rey sabe quien soy-Soltó con regocijo Diego sin poder creer lo que había ocurrido. Yo tuve que irme, no sin antes despedirme de Maria.

Seguí a Felipe por los corredores hasta llegar su habitación, no entendía que es lo que necesitaba de mi. Seguía sin decir nada y yo intentaba descubrir sus intensiones, no había nada realmente diferente.

-¿Y bien? ¿Por qué me has traído?

-Quería pasar contigo un tiempo, y ya que no te gusta en publico pensé en que te gustaría venir aquí.

-Felipe, ¿A qué esta jugando?-Le pregunte y este soltó una carcajada mientras se movía por su habitación-Es que yo no le entiendo, realmente no puedo descifrar que es lo que quiere.

-¿Realmente no lo sabe?-Negué con mi cabeza.-No puedo culparla por ello, porque tampoco logro entender del todo que es lo que me sucede pero lo que se es que no quiero que usted este lejos de mi.

-Usted no habla enserio.

-Jamás le mentiría, solo quiero saber si usted siente lo mismo que yo.

-¿Qué siente?

-Amor-Quise responderle pero mis barreras ante el amor eran muy altas, el amor no significaba para mi otra cosa más que dolor y yo no podía permitirme ello. 




Más allá de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora