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-Estamos encantadas con su visita, Maria-Mi madre se había comido la historia falsa que inventamos sobre Maria, realmente esa mujer es muy interesada porque su mirada de desaprobacion no cambio hasta que hablamos de sus tierras y de todo el dinero que tenia-Puede quedarse todo lo que quiera, hasta podríamos alistarle una de nuestras habitación...

-Solo sera por hoy, de todas formas muchas gracias-Mi madre no insistió y luego me miro a mi borrando su sonrisa.

-Erick ha venido a verle, ¿Por qué no contesta sus esquelas?-Habia olvidado por completo responderles, era la única forma de mantenerlo lejos.

-¿Erick?-Indago Maria.

-Su prometido, Lucia ¿No le has contado de tu compromiso?-Mire a Maria quien parecía sorprendida, aunque ella sabia perfectamente lo que ocurría.

-No he tenido la posibilidad, madre-Mi tono de incomodidad fue claro, me miro con reproche pero por suerte no dijo nada al respecto.

-Voy a preparar un banquete de bienvenida para usted, Maria.

-No es necesari...

-Si hazlo, yo le mostrare el castillo mientras le organizas un gran banquete.

-No, tú no lo harás. Clarisse, lo hará por ti. Tú tienes a Erick esperándote en el jardín de tu abuela-No tuve otra opción que acceder, solo acompañe a Maria hasta la habitación de Clarisse y luego fui escoltada hasta los jardines. Si escoltada, al parecer mi madre piensa que iba a huir aún que esa vez se había equivocado porque comenzaba a acostumbrarme a Erick.

-Lucia-Me saludo animado tomando mi mano dejando un pequeño beso allí.-Siento mucho no haberle avisado de mi visita.

-¿Le ha ocurrido algo?-Se veía bastante diferente. Su sonrisa permanecía pero sus ojos se encontraban más oscuros, como si algo le estuviera agobiando.

-Me ha descubierto-Di un paso adelante realmente preocupada.

-¿Qué sucede?

-Tengo un largo viaje comercial del que encargarme, presente quejas por los meses que tardare en concretarlo.

-¿Cuanto tiempo?

-Ocho meses-Eso era demasiado tiempo-Se que es mucho tiempo pero me encantaría que usted me acompañe.

-Erick, usted sabe que tengo muchas responsabilidades...se que es mucho tiempo pero no puedo acompañarle-Realmente si fuera otra situación, tal vez otra vida, me encantaría viajar junto a el pero no en esta. Su mirada demostraba compresión pero también tristeza. Acerque mi mano a su mejilla acariciándola suavemente.-Usted sabe que me encantaría.

Se apartó y me dio la espalda, sabia que le había lastimado pero tarde o temprano tendría que saber la verdad.

-Erick...-Quise decirle en un momento de valentía pero el se giro y en impulso de su parte sus labios junto a los mios. Fue un beso corto, por un momento sentí el cariño que el me intentaba demostrar con aquellas caricias que sus manos me relagaban.

Cuando se alejo un silencio invadió, y esa valentía que sentía anteriormente había desaparecido por completo. Ocho meses eran mucho tiempo la verdad, y no creí que esto iba a ocurrirme pero sentía algo de tristeza, como si ya le estuviera echando de menos.

-¿Cuando?-Pregunte.

-En la mañana.

-Entonces quedese conmigo hoy, puede partir de aquí. Hoy habrá un banquete y...necesito bailar por ultima vez contigo antes de no poder hacerlo durante tanto tiempo-Una sonrisa fue suficiente para que aceptara.

Narra Maria:

Me encontraba junto a Clarisse recorriendo el gran palacio, la verdad es que ella era encantadora y nunca creí que existiera alguien como ella entre estas personas, aparte de Lucia, claramente.

Íbamos recorriendo uno de los inmensos jardines del palacio en el que nos encontramos a Bruno junto a Diego. Ambos me miraron completamente atónitos ante mi atuendo.

-Parece que le has dejado sin palabras-Comento Clarisse entre risas.

-Solo estoy sorprendido, nunca le había visto vestida de esa manera-Se justificó Bruno mientras que Diego no parecía reaccionar.

-Creo que este vestido vale más que todo lo que he ganado en mi vida-Eso era la verdad, era demasiado sofisticado.

-Le queda increíble-Bruno luego de decir eso le echó una mirada a Clarisse y luego se apartaron, yo quede indignada. Finalmente mire a Diego quien demostraba seguir en las nubes.

-¿Vas a decirme algo o solo vas a mirarme?

-Maria...-Su mano acaricio mi mejilla y yo sonreí. Sus ojos oscuros se encontraban muy iluminados aquella tarde.

-Mi bella Maria-Sus palabras no me hacían querer golpearlo aquel día.

-Un vestido puede hacer milagros, ¿No cree?-El se río y negó moviendo su cabeza.

-Siempre ha sido mi bella Maria, desde el primer día que la vi.

-¿Desde el primer día?

-Si.

-¿Hablas de cuando tuve un incidente con el carbón de las calderas del bar?

-Ese mismo.

-Fue el peor día de mi vida-Dije recordando lo horrible que fue.

-Y para mi fue el mejor día de mi vida porque le conoci.

Quise responderle pero Bruno apareció siendo perseguido por Clarisse.

-Bruno, esperé. Lo que vio debe tener una explicación...-Me interpuse en el camino de Clarisse para saber que ocurría.

-¿Qué sucedió?

-Bruno ha visto como Erick besaba a Lucía.

-¿Lucía?¿Erick?-Las preguntas de Diego nos hicieron reaccionar.

-No es lo que crees-Me apresure a decir pero ya era demasiado tarde.

-¿Como es que no me di cuenta antes?-La hemos cagado-A Lucía no se le ha visto mucho en el pueblo porque trabaja para la familia real.

Eso estuvo cerca.

-Voy a buscarlo-Dije alejándome en dirección en la que se había ido. Le encontré en el deposito apoyado en una de las repisas. Su respiración demostraba que se encontraba alterado, supuse que verla con su prometido realmente es muy difícil para el. Ellos eran amantes porque la vida no nos quería juntos, pero debía ser muy duro de todas formas cuando están completamente enamorados uno del otro.




Más allá de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora