Capitulo 16: Verdades dichas a la cara

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-Natasha-. Mi nombre volvió a salir del los labios de mi progenitor, esta vez con claro tono de advertencia que me hizo poner los ojos en blanco.

-Me alegro de saber que aún recuerdas mi nombre, pero me gustaría tener esta conversación en privado si no es mucho pedir-. Pero solo fue cuando el chico que estaba parado atrás de él le puso una mano en el hombro y le dijo algo al oído que hizo que Hades por fin se diera cuenta de la situación en la que estaba metida.

-Relájense todos de una maldita vez y ocupen su culo en algo antes de que les rompa la cara por iniciar una pelea en el bar-. Ordenó con una mirad furiosa a todos.

-Si Prez-. La afirmación colectiva hizo que todos regresaran a sus asuntos como si nada, aunque una que otra mirada aún se mantenía en mi persona.

Cuando los humores de los moteros se calmaron mis ganas de sangre también lo hicieron, con tranquilidad me gire y deje encima de la barra la botella rota. Después saque un par de billetes de cien y se los di a la chica que atendía el lugar.

-Por los inconvenientes-. Dije tranquila, a mi espalda escuche un ronco gruñido y me gire para ver al motero que había amado a mi madre con una ceja arqueada.

-Vamos a mi oficina para poder hablar tranquilos- Con los músculos en tensión y sin esperar replica de mi parte, mi padre dio media vuelta y caminó en dirección a la que suponía estaba su oficina.

Queriendo maldecirlo por su actitud arrogante no me quedo de otra más que seguirlo, como un maldito perro que obedecía a su dueño. Mi mal humor no hizo más que empeorar al ver como el chico de mis mismos ojos y el motero acosador nos seguían de cerca.

Mi padre nos condujo a través de un pasillo hasta la última puerta de este, la abrió y nos dejo pasar primero antes de entrar él y cerrar la puerta detrás.

Con toda la calma del mundo me deje caer en una de las sillas mientras me recargaba cómodamente, ignorando como tenía a tres pares de ojos de hombres enormes clavados en mi persona esperando cualquier movimiento de mi parte.

-A menos que tenga un bicho en la cara y no me haya dado cuenta, les agradecería que dejaran de mirarme tan fijamente, una foto les durara más en dado caso de que mi belleza sea la causante de su falta de palabras-.

-Natasha- Dijo mi progenitor usando el tono de voz de un padre corrigiendo a su hija pequeña que hizo que la ira centellara en mi pecho.

-Si, Natasha, ya se muy bien cual es mi nombre, aunque te agradezco por repetirlo tantas veces por qué tenía miedo de olvidarlo- Soné irritada y cortante.

-Mocosa mal educada- Gruñó el ojiverde lo cual hizo que lo viera con una mirada de burla.

-Perdóname pero, ¿Tú quien eres?- Pregunte mientras lo veía con condescendencia, aunque yo ya sabía quien era, no les iba a dar la satisfacción de saberlo ni en mil años.

-Él es Bruno tu hermano- -Hermanastro- Corregí de inmediato a Hades y le di una mirada aburrida al tercer hombre en la sala.
-¿Y tú eres mi tío o algún otro familiar perdido?- El hombre solo se cruzo de brazos pero no dijo nada, al verme sin una respuesta clara me giré al tatuado de mi padre para que él me contestara.

-Él es Hunter, pero todos le llaman Hell, y es mi VP-.

Mi rostro dejo ver la confusión que sentía.

-¿Tú que?-.

-Mi VP, el Vicepresidente de este club de moteros, ¿Qué tú madre no te explico nada acerca del funcionamiento de este lugar?-. La mención de mi madre hizo que mi actitud regresara a una hostil.

Te Reto a ConocermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora