Capitulo 11: La mayor injusticia

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-¡No lo acepto!-. Grité con desesperación a la agente de servicios sociales que estaba en la puerta de mi casa, junto a ella se encontraba un oficial de policía, y uno de los abogados de confianza de mi madre.

-No es cuestión de lo que lo acepte o no, al ser usted menor de edad y sin nadie que pueda hacerse cargo de usted el gobierno tiene la obligación de proporcionarle un hogar hasta que cumpla la mayoría de edad- Me explico pacientemente la señora, pero yo solo quería dedicarle una que otra palabra que en otra ocasión harían que mi madre me castigara por semanas.

Le transmito todo lo que siento con mi ojos antes de contestar.

-Yo puedo hacerme cargo de mí misma, no necesito que el gobierno me cuide, mi familia tiene el suficiente dinero para mantenerme por el resto de mi vida si quisiera-. Le digo con firmeza.

-De hecho, esa es la razón de que yo este presente en este momento- Se metió el abogado atrayendo mi atención - Me temo que hemos encontrado una laguna en su herencia-.

Me dijo con voz temblorosa el pequeño hombre, fruncí el ceño y mientras me enojaba cada vez más.

-¿A qué se refiere con una laguna?, explíquese- Exigí con voz de acero. El hombre palideció ante mi notorio enfado y se aclaro la garganta antes de hablar.

-Vera, estaba revisando todos los contratos de pertenencia de las propiedades de su familia, así como los titulares de las cuentas bancarias, y todo, sin excepción esta a nombre de sus abuelos o su madre, no hay nada dejado al suyo-. Me encogí de hombros sin entender el problema.

-No me sorprende, mi familia es muy precavida y como ustedes recalcan tanto, sigo siendo menor de edad, pero estoy segura que en los testamentos encontraran que en ausencia de mi madre, yo soy la única beneficiara del legado familiar- Pero él abogado negó con la cabeza.

-Los testamentos de sus abuelos fueron escritos hace años, antes de su nacimiento, y nunca fueron renovados. En ellos se estipula que solo su hija Anabella era la que recibiría el control total de todo en caso de faltar ellos- Por segunda vez en el mes sentí como todo me daba vueltas mientras mi cabeza dolía.

-¿Y el testamento de mi madre?, ¿Qué es lo que dice?-. Mamá nunca me dejaría sola, ella se aseguraría de dejar todo en orden para mi, pero mis esperanzas empezaron a morir cuando vi la mirada en los ojos del hombrecillo.

-Hay una parte del testamento al que no se puede acceder todavía, pues este solo se revelará cuando cumpla los 21. Hasta entonces lo que esta estupilado dice que en caso de morir su madre, la custodia de usted, pasaría a estar a manos de sus abuelos al igual que el control de toda su herencia-.

La cabeza me iba a explotar.

-¡Pero mis abuelos estan muertos grandísimo inútil!, ¡Lo que dice no tiene sentido!-.

El hombre enrojeció con el insulto y la trabajadora social me dio una mirada de desaprobación.

Pero se podía meter su educación por el culo en estos momentos.

-A eso es a lo que me refiero con una laguna, hasta que podamos acceder a la otra parte del testamento de su madre, el gobierno tiene que embargar las propiedades a nombre de su familia, congelar las cuentas bancarias, queriendo decir que ni usted ni nadie podrá acceder a ellas. En este momento todo lo que esta registrado bajo el apellido Kozlov está en un limbo que controla el gobierno hasta nuevo aviso-.

-¿Y qué sucede con la empresa?, ¿Y todos los negocios?, ¿Van a cerrarlos?, miles de personas perderán su empleo, a parte de que si se cierran las fábricas y se estanca la producción petrolera no serán solo las arcas de mi familia las únicas que la resientan. Usted mejor que nadie sabe la importancia que tenemos para la economía de este país, así que no me quiera enredar con estos cuentos- Podría tener solo 18 años, pero no era ninguna estupida, mi familia me preparo desde que tengo memoria para hacerme cargo de todo y no dejaría que nadie me lo impidiera.

Te Reto a ConocermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora