Especial - Tú eres mi familia

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Nikolai POV

Maldito frío de la mierda. El aire helado parecía querer convertirme en una paleta humana. Metí mis manos en los bolsillos de mi chamarra y hundí mi cabeza todo lo que pude en mi bufanda. Apresuré mis pasos por las vacías calles de mi país, a esas horas de la noche solo los locos o estupidos estaban afuera.

Como yo qué pertenecía perfectamente a ambas categorías.

Pero todo iba a merecer la pena si las cosas salían como las tenía planeadas. Mañana sería nochebuena y era el primer año el cual Tasha la pasaba sin su familia. Y por muy indiferente que se mostrará al respecto a mi no me podía engañar. Conocía a mi mejor amiga como la palma de mi mano y sabía lo afectada que estaba al respecto.

Por eso estaba haciendo todo lo posible para hacer su noche un poco más soportable. Yo mejor que nadie sabía lo difícil que era pasar estás fechas especiales sin nadie a tú lado y no quería que ella se estuviera deprimida todo el día. Por es que la había dejado en la cochera con Reykon y los demás para distraerla mientras yo me escabullía por las calles y me congelaba el culo.

Una ventisca particularmente fuerte hizo que me tambaleara y maldije el clima de mi país por millonésima vez en esa noche. Amaba a mi patria pero los meses de invierno eran crudos y no aptos para cualquiera.

Por fin después de los minutos mas largos de mi vida llegué al callejón donde vería a mi contacto. El tipo en cuestión ya estaba esperándome y el maldito se veía muy cómodo en su abrigo gigante de piel.

-Por fin llegas imbécil, un poco más y me iba de aquí sin darte nada-. ¿Qué linda manera de saludar no creen?.

-No lo harías porque aún necesitas la otra mitad de nuestro acuerdo si quieres seguir comprando tu polvo mágico así que cállate idiota-.

-Zoquete-. Me insulta pero yo le sonrió con todos mis dientes.

-Eres muy amable, pero no estoy aquí para compartir halagos. ¿Tienes lo qué pedí?-.

El tipo masculla algo entredientes acerca de mocosos malcriados con complejos de superioridad pero me lanza una bolsa de color marrón. La abro y cuando veo su contenido yo también le lanzo un fajo de billetes amarrado. El tipo los cuenta y me da un asentimiento con la cabeza.

-Un placer hacer negocios contigo. A propósito, si yo fuera tú, no dejaría que Rey se enterará de que le compras a Billy en su territorio. Ya sabes lo posesivo que suele ser. En fin, linda Navidad-. Le digo y me voy dejando al sujeto pasmado de miedo.

Oh si, nadie mejor que yo para saber todos los secretos de las sucias ratas de estos barrios. Y más me valía hacerle saber que no podía jugar conmigo porque le iba a ir peor.

Con el paquete escondido en el bolsillo interno de mi chamarra emprendí mi camino de regreso a la cochera con los demás. De un repentino buen humor, silbaba una melodía navideña por lo bajo mientras me deslizaba en las calles cubiertas de nieve y hielo.

Debía apresurarme o me arriesgaba a que una tormenta me sorprendiera y eso no sería bonito.

Una sonrisa se deslizo por mis labios al imaginar la sorpresa que se llevaría Tasha mañana, definitivamente iba a ser una Navidad que nunca olvidaría. Me iba a encargar de eso.


(...)





-¡Arriba!, ya casi en medio día y tú sigues en la cama-. Me sacuden de forma abrupta y mis ojos se esfuerzan por abrirse.

-Media hora más- Mascullo mientras me doy media vuelta y me acurruco entre las cobijas.

Que calientito.

Te Reto a ConocermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora