Capitulo 23: Enredos de cama

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Hunter Hell POV

Veo como el delicioso trasero de la Rusa desaparece de mi vista y doy un paso para seguirla y tratar de explicarle este maldito malentendido. Pero el cuerpo menudo de una pelirroja muy insistente me impide poder hacerlo.

-Tranquilo VP, ella no es tan buen polvo como yo, te hice un favor librándote de esa rígida princesita-. Dice con tono meloso la muy hija de puta.

-¡Maldita sea Jenna!-. Grito un poco y separándome como puedo de sus garras de zorra. -¡Quién te crees que eres para meterte en mis asuntos!, me encargaré de que tu culo pagué por esto en cuando lleguemos al club-. Le digo echando chipas, si por su culpa Tasha me odia me las pagará muy caro.

La chica se retuerce por el miedo pero luego su actitud altanera regresa y me da una sonrisa confiada.

-Yo se que no nunca harías nada en mi contra Hell, soy muy cotizada entre los hermanos y te consta. Mejor relájate un poco y pasemos un buen rato-. Sus manos recorren mis brazos y yo hago una mueca de asco mientras la vuelvo a alejar.

-Mi respuesta es la misma de siempre Jenna, no follo con mujeres que conocen más pollas que estrellas en el cielo, no va conmigo así que entiéndelo de una buena vez antes de que me canse-. Digo tenso mientras la aparto de mi camino y voy en busca de la muñeca Rusa.

-Es curioso que lo digas, pues la hija del Prez no parece ser tan distinta a mí, digo, después de todo, ya estaba con alguien cuando llegamos y sí no lo hubieras amenazado para irse quién sabe hasta donde hubieran llegado. Pensé que eso sería suficiente para que vieras que clase de mujer es esa tipa, pero parece que sigues ciego. A Hades no le hará ninguna gracia saber que casi te follas a su princesa en la pared de un club nocturno-.

Dice a mi espaldas y mi mente lo ve todo rojo por la amenaza en sus palabras. Sin medirme ni un poco me regreso y la tomó por el brazo y la arrastro hasta la salida trasera del maldito bar. Jenna se queja y me pide que la suelte pero como el infierno que lo haré.

Ninguna maldita zorra me amenaza y se sale con la suya.

Una vez fuera la empujó con fuerza y ella se tropieza con esos tacones de puta que lleva puestos, su mano acaricia la marca que le dejaron mis dedos en su brazo.

-Escúchame bien Jenna, límpiate la puta boca antes de volver a hablar de ella. Esa mujer no es nada como tú, y no le llegas ni a los talones. Lo que a ti te esta reventando es que a penas tiene unos días en el club y ya tiene a más de la mitad de los hermanos babeando por su culo y si no fuera hija del Prez alguno ya le hubiera dado su parche, algo que tú nunca vas a conseguir. Y no vas a ir a decirle nada al Prez si no quieres que tú vida se vuelva un puto infierno. Te lo advierto, no quieres tenerme como enemigo-. Termino resoplando como toro enfurecido. Que la zorra agradezca que es mujer porque si no ya estaría sacando la mierda de su cuerpo.

Jenna traga saliva y se sacude un poco, pero joder, parece que la zorra es sorda o tonta pues una sonrisa se estira en sus labios mientras se me acerca, sus manos buscan las mías y deja un beso en mi pecho.

-Ya ya, no hay porque ponerse agresivo. Mis labios están sellados, sabes que estaba bromeando. No diré nada acerca de esa princesita y tú pero no te enojes-.

Asqueado la vuelvo a empujar lejos y me vuelvo a meter al bar.

No tenía la menor idea de que estaba haciendo aquí. Cuando había visto a la ojiverde con ese idiota acariciándola solos en su cuarto un instinto asesino casi me había echo perder la cabeza. Tuve que salir pitando del lugar antes de golpear al estúpido ese. Después en el bar estaba ahogando mi enojo en alcohol cuando Jenna se me había acercado, pero como siempre la ignoré. Estaba hablando con Bruno y los gemelos cuando la Rusa había llegado con el idiota y una rubia que si bien era sexy, no le llegaba ni al meñique a la ojiverde.

Te Reto a ConocermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora