Ikemen Revolution en español [ruta Lancelot Kingsley]

Capítulo 1

Quedaban 30 días hasta la siguiente luna llena...

A cambio de ayudarlos con mi magia para bloquear ataques mágicos, el Ejercito Negro accedió a mantenerme a salvo. Voy a vivir en la sede del Ejercito Negro durante un mes. Esa noche, me senté para probar la primera comida que me servían en mi hogar temporal.

(¡Tiene una pinta increíble!)

Una mesa repleta de exquisitos manjares, hizo rugir mi estómago.

Ray: ¿Estáis todos?

Soldados Negros: ¡Sí!

Los soldados del comedor lanzaron un grito de júbilo.

Ray: ¡La celebración de esta noche es para dar la bienvenida a un nuevo aliado en nuestras tropas!

(Así que, ¿no soy solo la única recién llegada aquí?)

Mientras miraba alrededor para buscar a la persona en cuestión, los ojos de Ray me miraban con curiosidad.

Ray: Um, ¿hola? Estoy hablando de ti, ¿sabes?

Hazel: ¿Habéis hecho esta fiesta solo por mí?

Fenrir: Y desde hoy, ¡eres oficialmente un miembro del Ejercito Negro, Hazel! Sé que somos un montón de chicos escandalosos, pero nos aseguraremos de hacerte sentir como en casa.

Seth: ¡Que dices, Fenrir! ¿No te estas olvidando de alguien? La flor brillante y hermosa que crece entre los malolientes y desordenados hombres de este ejercito... ¡Seth Hyde!

Luka: Siéntate Seth. Se enfría la comida.

Ray: Oh, sí. La primera regla del Ejercito Negro... come tu comida mientras esta caliente.

Seth: ¡Qué demonios! ¡Ray, no puedes inventarte las reglas en un momento!

Fenrir: De todos modos, ¿de qué iba todo eso de ser una preciosa flor? Simplemente eres un desastre como todos los demás.

Seth: Huh? ¡Suficiente, niñato!

Fenrir: Huh? ¡Básicamente tenemos la misma edad, tonto!

(¿Estas peleas son normales en ellos?)

Ray: No lo soporto más.... Callaros, los dos.

Las palabras de Ray hicieron parar inmediatamente la discusión.

Ray: Y ahora, Hazel. Espero que ellos no te desanimen. ¡Bienvenida al Ejercito Negro! Todos, ¡levantad las copas para dar la bienvenida a nuestra nueva amiga y aliada!

Soldados Negros: ¡Por nuestra nueva aliada!

Ray: ¡Salud!

Todos levantaron una jarra de cerveza o una copa de vino para darme la bienvenida entre sus filas.

(¡Jamás imagine una bienvenida tan acogedora! Creo que he escogido el bando correcto en esta guerra.)

Hazel: Gracias a todos por ser tan amables y hospitalarios.

Mientras levantaba mi copa para brindar con ellos, sentí una mano que se posaba en mi hombro.

Sirius: Bien dicho, pequeña.

Hazel: Sirius... gracias.

Sirius: Sin embargo, no hay necesidad de ser tan formal. Aquí todos somos amigos. Además, los demás están tan distraídos con su comida que ni se han dado cuenta.