Ikemen Revolution en español [ruta Lancelot Kingsley]

15.1 Bonus story (premium)

Por lo menos, había logrado que me mirara.

Lancelot: ¿Qué?

(Tengo tanto que preguntarle... tanto que decirle...)

Reprimí mis sentimientos, para que mis palabras fueran tranquilas y claras.

Hazel: Dime la verdad.

Le suplique que me abriera los ojos. Lancelot me llevo al bosque. Llegamos a un claro donde un estanque, reflejaba el brillo natural de los Cristales Mágicos. Parecía un lugar de ensueño... un país de las hadas. Era tan hermoso, que, por un momento, olvide la oscuridad.

Lancelot: Pocos han visto este lugar y menos, tropiezan con él. El escenario perfecto para que hablemos.

Los ojos de Lancelot coincidían con el azul de la superficie del agua. Parecía estar esperando que le hiciera la pregunta que me inquietaba.

Hazel: Lancelot, todo lo que Amón me ha contado es mentira, ¿cierto?

Lancelot: No quería que lo descubrieras de esta forma.... Todo lo que ha dicho es verdad.

Hazel: ¿Qué?

Una sonrisa helada toco los labios de Lancelot.

Lancelot: ¿No recuerdas lo que dije la primera vez que nos vimos? Te dije que quería tener el control de este mundo.

Las palabras que había dicho mientras trataba de intimidarme, regresaron rápidamente.

................... Flashback .........................

Lancelot: Si ganamos esta guerra, ganare el control de este mundo.

Hazel: ¿Y eso es lo que quieres?

Lancelot: Si, un mundo gobernado por los Rojos. Quiero mirar este mundo desde lo más alto.

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Lancelot: Mis deseos no han cambiado desde ese día.

Su corazón parecía tan frio como sus ojos. Pero en ese momento, su mirada vacilo.

(Se que esa no es toda la historia. ¡Porque insiste en apartarme!)

(¡Me había decidido y no iba a dudar de mí misma!)

................... Flashback .........................

Hazel: Rey Lancelot, admito que no logro entenderte. De hecho, cuanto más te conozco, menos sentido tienen las cosas.

El brazo de Lancelot se tensó, pero no hizo ningún movimiento para alejarse.

Hazel: Esta el tu frio y cruel, así como el que se ve triste y con esa lejanía en tus ojos. No sé decir cuál de los dos es el real. Pero no tengo porque saberlo.

Lancelot: ¿Qué estas dici...?

Hazel: Rey Lancelot, creo más en mi corazón que en tus palabras.

Lancelot: ¿Qué tiene que ver tu corazón en esto?

Hazel: Confiare en la persona que creo que eres.

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Sabía que tenía la mala costumbre de esconder su verdadera naturaleza, así que decidí creer en él. Y estar a su lado sin importar que. Lo había estado mirando todo el tiempo y, por fin, encontró mi mirada. Me puse lo más recta que pude, ahuecando sus mejillas en mis manos.

Lancelot: ¿Alicia?

Hazel: Por favor, no me mientas más.

Lancelot: Yo...

Hazel: Estoy harta de ver esa tristeza en tus ojos.

Lancelot: ¿Ver qué? Debes estar ciega. Las cosas que dijo ese hombre son ciertas. Estoy siendo amable contigo porque... ¡Porque así puedo usarte! La luna llena vendrá y se ira, pero no voy a permitir que vuelvas a casa.

Hazel: Si eso es lo que realmente quieres, Rey Lancelot, estoy de acuerdo con ello.

Lancelot: ¿Qué?

Podía sentir su calor, su calor humano y eso me dio fuerzas.

Hazel: Te lo dijo antes y te lo vuelvo a decir. Eres importante para mí. Si necesitas que cumpla tus ordenes, entonces lo haré.

Lancelot: Pero...

Hazel: Y se tu secreto. Eres increíblemente amable. No serias capaz de obligarte a usarme hasta enfermar, ¿verdad?

Lancelot: Que dulce eres, Alicia.

Lancelot me agarro de la mano, acercándome.

Lancelot: ¿Tienes idea de cuanta sangre he derramado con mi mano? ¿Tienes idea de cuanta ruina ha traído esta mano?

Hazel: Rey Lancelot...

Lancelot: Si el hombre que has visto antes te parecía amable... ¡entonces tienes alucinaciones!

Hazel: ¿Piensas que no sé lo que estoy diciendo?

Lancelot: ¿De verdad piensas que puedes cambiar las cosas por ti misma?

Lancelot se inclinó haciendo una mueca.

Hazel: ¡Mm!

Me mordió el cuello como una bestia real.

(Está tratando de alejarme, pero no se lo voy a permitir.)

Aparte las manos de sus mejillas, envolviendo los brazos a su alrededor y dándole un abrazo. Lancelot quedo congelado. Entonces, alejo su cuerpo.

Lancelot: Eres demasiado confiada.

Lancelot volvió la cara bruscamente. Y luego me dio la espalda, como negando que lo que había dicho fuera verdad. En ese momento, el viento agito la superficie del lago. Podía ver la cara de Lancelot reflejada en el agua. Se veía más triste de lo que nunca le había visto. Sabía que nada de lo que pudiera decirle, lo haría entrar en razón. Así que solo mire el reflejo de sus doloridos ojos en el agua.

Próximo capitulo

Lancelot y yo íbamos a la deriva,

Pero creía en él.

Y entonces el Ejército Rojo se volvieron insolentes.

"¿Quién les dio permiso?"