Lo que está pasando en cierto rincón del mundo no evita que continúe con este fanfic, pienso acabarlo aunque a nadie le importe, por lo menos tengo unos días libres, eso es algo, solo empecemos, ¿quieren?...
Lincoln estuvo acariciando a Lana en su espalda por algunos minutos, sus llantos iban disminuyendo y solo se limitaba a sollozar. Lincoln tenía una gran montaña de arrepentimientos por dejar que le hicieran daño a su hermanita, todo porque no reaccionó lo suficientemente rápido. Era uno de esos momentos en los que él desearía no ser una persona tan dócil y que solo arremetiera cuando se le presenta la oportunidad. Así él hubiera evitado que aquella situación pasara, a lo menos, él hubiera sido el único que hubiera salido herido. Lincoln pensó con amargura como se dejaba caer tan fácilmente. El chico de cabello blanco sabía que esos patanes querían meterse con él, y aún así ni hizo nada hasta el momento en que tuvo problemas para sacarse a ese hipopótamo con disfraz de humano de su pecho. Si Ronalda hubiera estado en aquella situación, ella no hubiera dudado en golpear a esos lambiscones a la primera demostrándole a esos quien manda. Pero Lincoln no era ella... y esa era una cualidad que Lincoln admiraba de ella. Ese nivel de intimidación y el saber de que nadie debía meterse con ella; eso era algo con lo que solo podía soñar. Lincoln no era alguien violento por naturaleza, pero después de ser la sombra de una sombra varias veces y ser maltratado por sus hermanas repetidas veces... llegaba a sentir envidia de ella en ese aspecto.
Pensando de nuevo en su último encuentro con su hermana amante del lodo, el chico recordó las palabras de Lola. Mirando hacia abajo, Lincoln acarició la cabeza de Lana. Por el ruido que ella hacía, podía decir sin lugar a dudas que Lana había dejado de llorar.
"Lana..." Dijo Lincoln mientras su hermana empezaba a mirarlo arriba. "Cuando Lola me dijo que tenía pesadillas... ¿Eran ciertas?"
Lana asintió mientras volvía a mirar hacia el lago. "...Empecé a tenerla la noche en que huiste... cada vez que duermo, vuelvo a pensar en el día en que te atacaron en el torneo... Y trataba..." Dijo Lana hasta que se detuvo para sollozar un segundo. "Trataba de correr para ayudarte... pero sin importar lo que hiciera, mi cuerpo no podía moverse... ese caimán hacía lo que sea para sacarte del traje una vez que le hizo un agujero al traje... tratabas de huir, pero..." Lana se detuvo para soltar más lágrimas. "Te... te atrapó por tu p-pierna y... y..." La voz de Lana se silenció en menos de un segundo. La verdad es que para ella era muy doloroso describir su pesadilla.
Lincoln podía pensar claramente a que se estaba refiriendo ella. Había visto suficientes documentales con Lana para comprender los hábitos alimenticios de los caimanes. Se puso un poco pálido de tan solo imaginar que su pierna fuera torcida hasta ser arrancada y morir desangrado... ahora se sentía como un verdadero imbécil por no haberle importado en lo absoluto los sentimientos de su hermanita.
"...También se lo conté a Lisa... y me dijo que tal vez fue porque me sentía muy culpable..."
"Lo siento Lana..." Dijo Lincoln.
"¿Qué?"
"...Lo lamento por no haberme preocupado de como te sentías ayer... si hubiera sabido que estabas pasando por algo así, no hubiera sido tan insensible... es solo que... después de todo lo que pasó, me siento un poco paranoico en cuanto a dejarlos a entrar en mi corazón de nuevo... millones de veces dicen que van a cambiar, pero no se nota para nada..." Lana se puso más triste por eso. "Pero... vi por primera vez que Lola y tu intentan cambiar. Abrí el paquete después de pensarlo por mucho tiempo, y realmente me encantó la carta que me hicieron. No puedo creer que incluyeran fotos de cuando eran más jóvenes... eran tan tiernas en ese entonces... digo, aún lo son, pero lo eran aún más." Dijo mientras limpiaba la mejilla de Lana.
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¿Qué vale una persona? (traducción al español)
FanfictionNada es más doloroso que sentirse como un marginado en tu propia familia. Mientras los Loud dejan que sus tontas creencias supersticiosas nublen su juicio, los lazos se hacen más tensos hasta su punto de quiebre. ¿Ellos podrán confiar en su supuesta...