La voluntad humana puede ser realmente fuerte.
La sangre coagula regularmente rápido.
Hay personas que sí saben guardar secretos.
Jason Bethworth se negó a decir una palabra más.
Esas cuatro estúpidas certezas eran las únicas que tenía en ese momento. Lo demás eran puras conclusiones.
Conclusiones.
Conclusiones.
Malditas conclusiones de mierda.
Estaba harto de las conclusiones. Pero si Jase se negaba a hablar, necesariamente tendría que seguir sacándolas.
Ethan:
Te lo suplico ✔Contesta ✔
Esta vez ni siquiera leyó mis mensajes. Se los enviaba mientras, en completo silencio, regresaba a mi habitación luego de haberme despedido escuetamente de Will. Él no era lo que más me preocupaba, de hecho. Tal vez era mi menor problema.
Llamé a Johanna, pero no contestó. A lo mejor ya dormía.
Pensé que podría solucionarlo todo al día siguiente, pero no fue así. Greg me evadió por completo. Will y yo les contamos a nuestros amigos acerca del verdadero culpable, lo cual los sorprendió tanto como a nosotros. Quisieron ir entre todos a darle su merecido, pero al final decidieron que era mejor dejarlo como estaba. No iban a ponerse a su nivel.
En cuanto a Will... no habíamos intercambiado palabra más que saludos diarios desde nuestra discusión la noche en que habíamos descubierto a Jase. No sabía por qué, pero no me importaba. Durante unos días me mantuve en un limbo mental... del que me obligaron a salir un día.
***
Cuando avisté a lo lejos al pelirrojo, me acerqué con toda la rapidez que me fue posible adquirir. Pero no tuve tanta suerte y él me vio antes de que yo pudiera llegar a su posición, por lo que tuve que seguirlo. Con la angustia acumulándose en mi pecho, opté por suplicar.
–Por favor. Por favor, para.
–Vete a la mierda, Ethan– gruñó.
–Greg, escucha, me equivoqué– insistí rápidamente, ignorando la sensación de mi corazón rompiéndose–. Lo sé, y lo reconozco, pero...
–Después de un mes– se volvió de súbito y se plantó frente a mí, con lo que me obligó a dar un siendo frenazo.
–¿Qué?– añadí.
–Tardaste un maldito mes en creer en la verdad, en que tu mejor anigo no era un traidor.
–Lo siento, yo...
–¿También lo sentiste cuando me acusaste?– espetó cínicamente, con los ojos brillando de rabia.
–Perdóname...– supliqué.
–¿Por qué tendría que hacerlo? ¡Desde que llegué aquí no he hecho más que serte fiel! Me ayudaste cuando apenas empezaba a adaptarme, así que yo te obsequié mi lealtad. La lealtad es algo casi sagrado en el lugar de donde vengo, ¿sabes? Y es eterna. Así que siempre estuve contigo, de tu lado, te apoyé cuando te sentías solo y perdido, mentí por ti, fingí por ti, te cubrí, te aconsejé, te consolé, ¡te di mi maldita amistad sin pedirte nada a cambio! No sé en qué momento comencé a sentir algo por ti, pero cuando me rechazaste no me alejé ni te reproché. No solo te comprendí, sino que te animé a volver con Will. Te protegí y te defendí hasta el final. Y entonces viniste un día, entraste a nuestra habitación con él, permitiste que me golpeara y no solo dejaste que me acusara de ser culpable: tú lo hiciste también. Después de todo lo que hice por ti, me escupiste en la cara y no creíste en mi palabra hasta un mes después.
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All I need is you III © [AINIY #3]
RandomEthan se dará cuenta de que los problemas no han acabado... y que tal vez no acabarán jamás. *** Inicia la segunda mitad del último año. Cualquiera diría que los problemas han tenido que acabarse después de todo lo que ha pasado, pero en realidad so...