–Ayer abracé a Johanna– dije, con la mandíbula casi en el suelo.
Me encontraba en la oficina del psicólogo, sentado frente a él. Nuestra sesión del día estaba a punto de concluir y yo apenas había recordado lo que acababa de decirle.
–Eso es nuevo– asintió Wilson tranquilamente.
–Lo acabo de recordar, no lo había tomado en cuenta...– me hice el cabello hacia atrás y continué pensando.
–¿Se te ocurre alguna razón por la que su contacto no te afectó como es usual?
–Bueno, no quiero sonar mal, pero... ¿podría ser porque es mujer? Quiero decir...
Las palabras se me atascaron en la boca y tartamudeé mal la misma frase tres veces antes de quedarme callado.
–Crees que puede deberse a que el contacto con hombres es el más cercano a lo que viviste– tanteó.
Tragué saliva, nervioso, antes de asentir con la cabeza.
–¿Recuerdas haberte sentido cómodo con el contacto femenino desde que ocurrió?
Wilson nunca se refería al suceso como tal. Siempre usaba apelativos como "lo que pasó" o "lo ocurrido", nunca decía algo como "tu ataque". Yo no sabía si eso era lo más indicado en vez de instarme a enfrentarlo, pero me sentía mucho mejor al no mencionarlo, así que suponía que él sabía lo que hacía.
–No, creo que no– recordé–. Me sentí igual con todos.
–¿Tienes idea de qué diferencia hubo ayer para que no te sintieras incómodo?
–No lo sé...– dije rápidamente, tratando de rememorar cada instante del suceso en dos segundos– bueno, no me concentré en el contacto, ¿es eso? Me estaba hablando de algo importante y yo estaba concentrado en eso.
–Es una buena teoría– asintió, tomando notas en la libreta que tenía apoyada en el regazo.
Era la sonrisa de alguien que sabe algo que tú no.
–Pero no es correcta, ¿verdad?– tanteé.
–¿Cómo?
–Usted sabe cuál es la teoría correcta.
–No podría afirmarlo con certeza.
–Pero cree saberlo, ¿no?
Wilson asintió con la cabeza y aunque traté de adivinarlo furiosamente por centésimas de segundo, no lo logré.
–¿Por qué no me lo dice?– insté.
–Creo que es algo que debes descubrir tú mismo– respondió parsimoniosamente.
–No soy tan inteligente.
–Oh, en realidad me han dicho que sí lo eres, tienes uno de los coeficientes más altos del internado.
–¿Y Jason Bethworth?– mascullé.
–¿Cómo?
–Nada.
–Ya debes ir a cenar. Podrías consultarlo con la almohada.
–Gracias– dije, levantándome del sofá.
–No hay de qué.
Salí de la oficina rumbo al comedor. En el camino tomé el teléfono de mi bolsillo (lo silenciaba cada vez que iniciaba una sesión) y leí los mensajes que tenía de mi madre y de Wash. El último que leí había sido enviado por Will.
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All I need is you III © [AINIY #3]
عشوائيEthan se dará cuenta de que los problemas no han acabado... y que tal vez no acabarán jamás. *** Inicia la segunda mitad del último año. Cualquiera diría que los problemas han tenido que acabarse después de todo lo que ha pasado, pero en realidad so...