All I need is you III © [AINIY #3]

23. Desaparición, juicio y maltrato

–Hablé con el señor Mitchell.

El comentario de Will me devolvió a la realidad. Había estado perdido durante un rato, pero la palabra “Mitchell” de alguna forma consiguió regresarme a la tierra.

–¿En serio? ¿De qué?– pregunté.

–Preguntó por los niños y luego… me habló, ya sabes, del juicio.

–¿Qué juicio?

–¿No te lo conté?– me miró, hallando una expresión interrogante en mi cara–. No, creo que no, lo siento. El señor Mitchell demandó a la clínica por negligencia médica. Parece que va bien. Al parecer las investigaciones arrojaron que había poco personal capacitado ese día y estaba atendiendo a otros pacientes. Valerie fue atendida por aprendices que se pusieron nerviosos y no respetaron algunos códigos. Imagina que hasta habían tres internos en obstetricia y una sola enfermera que había dormido muy poco en los días anteriores. 

Sentí una rabia incipiente que se fue concretando con el paso de los segundos. 

–Aún no se recupera por completo– continuó–. Ya ni siquiera pude preguntarle lo que le iba a preguntar cuando lo llamé. ¿Qué le iba a decir? “Señor Mitchell, ¿me permite aumentar su dolor preguntándole si sabe de algún otro pretendiente de Valerie que probablemente sea el verdadero padre de los niños?”.

Eso era algo que yo no esperaba, y mi expresión se lo comunicó. 

–¿En qué piensas?

–¿Qué es lo que vas a hacer?– inquirí. 

–No sé, joder, no sé– se revolvió el cabello nerviosamente–. Estaba pensando en que podía hacerme una prueba con los niños cuando vinieran de visita la próxima semana. 

–¿Entonces consideras la posibilidad? 

–¿Qué se supone que debo pensar?

–Fue una pregunta, no hay nada que se supone que debas hacer, eso lo decides tú. 

Will enterró la cara entre las manos mientras mi interior se retorcía. ¿Debía contarle sobre mi más reciente sospecha? Él acababa de abrir el tema, de ponérmelo en bandeja, ¿pero cómo se suponía que le tenía que decir algo como "creo que Jason, al que odias, podría ser el padre de los niños a los que amas"? 

–¿Has sabido algo de lo de Ashton?– preguntó entonces, algo ido. 

Mi oportunidad se esfumó, pero no me sentí mal por eso. De hecho creía que no me molestaría aplazar el tema por la eternidad. 

Negué suavemente con la cabeza. 

–Sé lo mismo que tú– completé. 

Luego me senté junto a él. Los dos estábamos en la habitación de Will. Era de noche y solo habíamos tomado un par de frutas como cena para poder escabullirnos del comedor y tener un poco de tiempo para pensar. El tema de Ashton nos estaba comiendo la cabeza. 

Ese mismo día, por la mañana, Nía se había levantado temprano como cualquier otro día. Le había mandado un mensaje de buenos días a Ashton, que la noche anterior había hecho un viaje en bus hacia una universidad a la que deseaba aplicar. Compartió unos cuantos mensajes con Sophie mientras se preparaba para salir, pero antes de que pudiera hacerlo recibió un mensaje de un número desconocido, el volante del verdadero padre que habíamos recibido todos. Cerca de diez minutos después recibió un nuevo mensaje de otro número desconocido. Este no tenía nada que ver con el anterior. 

Lo que le fue enviado a Nía fue una captura de pantalla de una noticia local que tenía la fotografía de un bus volcado a un lado de la carretera. Un bus en llamas. Debajo de la misma, el título rezaba en letras negras mayúsculas: "TRAGEDIA EN LA CARRETERA". Como subtítulo, por otro lado, estaba la descripción más básica de la noticia. "Chofer de autobus perdió el control de su vehículo y terminó volcando en la mitad de su ruta. Había treinta pasajeros, de los cuales hasta el momento se reporta diez fallecidos, quince heridos de gravedad y cinco desaparecidos". Aún sin perder por completo la calma, Nía llamó a Ashton para asegurarse de que hubiese llegado bien a su destino, pero él nunca contestó. Llamó sin parar durante la siguiente media hora, sin éxito, por supuesto. Había sido por eso que no le había contestado a nadie más haya que Sophie, Julie y Johanna fueron ido en su búsqueda… y entonces todo el grupo se enteró.