Terminé de abotonarme la camisa cuidadosamente. Le eché un vistazo a mi saco negro, descansando limpiamente colocado sobre la tapa del inodoro. Volví nuevamente la mirada a mi reflejo en el espejo y sonreí levemente.
Ahí estaba él. Metro setenta y dos, cabello negro húmedo, ojos azules desbocados y nerviosos, una sonrisa inexplicable en el rostro, ese era Ethan Ashburn, y era el mejor Ethan Ashburn que había sido nunca. Casi no podía reconocer a la versión de mí mismo que había sido al llegar al internado, este chico al que veía en el espejo se veía más despierto, más vivo, incluso mayor. Sentirme maduro me hacía tener ganas de saltar, pero eso me hubiera hecho parecer incluso más infantil, así que me lo reservé.
–Ethan– Greg llamó a la puerta tres veces antes de continuar–. ¿Will te contagió lo de casarse con el espejo? ¡Vamos a llegar tarde!
–¡Ya salgo!– contesté.
Al diablo la madurez.
Me puse a dar pequeños saltitos de alegría por cada rincón del baño. Me había encerrado ahí hacía aproximadamente unos diez minutos para vestirme, mientras Greg se había quedado en la habitación. Usualmente yo no tardaba tanto en vestirme, ¡pero vamos! Uno no se gradúa de la escuela dos veces en la vida.
Había llegado el día, no podía creerlo, pero había llegado. Después de todo lo que había pasado... ahí estaba, iba a terminar.
Tomé el saco y me lo puse con mucho cuidado. Mamá y yo compartíamos esa característica, cualquier arruga en la ropa nos ponía los pelos de punta. Me la había pasado planchándolo, no quería incidentes de último minuto. Me lo abotoné y volví a sonreírle al espejo como un completo idiota. Finalmente había llegado a la meta.
Salí del cuarto de baño, encontrando a Greg ya totalmente vestido, su cabello había adquirido un tono casi castaño de lo mojado que estaba.
–¿Todo bien?– me sonrió.
–Bien– asentí.
–¿Quién crees que tropiece cuando lo llamen?
–Diez a que soy yo.
–Veinte a que eres tú.
Lo empujé suavemente y los dos nos reímos. Cuánto iba a extrañar esas risas de internado.
Las maletas ya estaban hechas. Los closets estaban vacíos, todas nuestras pertenencias dentro de las maletas, lo único que no estaba guardado era lo que teníamos puesto. Ah, y las dos túnicas que estaban sobre nuestras camas, esas que no debíamos tardar mucho más en ponernos.
Unos llamados a la puerta nos hizo voltear hacia ella, y dos segundos después Will se encontró entrando a la habitación, también completamente arreglado para la ceremonia.
Guapísimo, de qué otra forma.
–Hola– sonrió.
Nunca iba a dejar de repetir lo guapo que era mi novio.
–No más de quince minutos, que me tengo que poner esa túnica y no llegaré corriendo a la ceremonia– dijo Greg graciosamente antes de salir de la habitación y cerrar la puerta detrás de sí mismo.
Una vez estuvimos solos, Will se me acercó hasta estar frente a mí, siempre con la sonrisota en el rostro.
–¿Me ayudas?
Solo entonces me di cuenta de que rodeando su cuello había una corbata de moño esperando a ser correctamente hecha.
–Me parece ya haber vivido esto– le sonreí, arreglando la corbata con bastante facilidad.
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All I need is you III © [AINIY #3]
RandomEthan se dará cuenta de que los problemas no han acabado... y que tal vez no acabarán jamás. *** Inicia la segunda mitad del último año. Cualquiera diría que los problemas han tenido que acabarse después de todo lo que ha pasado, pero en realidad so...