UN SEGUNDO CAMBIA UNA VIDA.

Epílogo.

Epílogo.

*Cuatro años después...*

He pasado los cuatro mejores años de mi vida junto a Eric, mi hermano y mis amigos, incluídas Eva y Laura. Acabo de terminar mi carrera de abogada y Eric hace dos años terminó su carrera en  ingeniería de telecomunicaciones.

Carol terminó junto a mí su carrera de enseñanza especializada en historia y Victor hace dos años terminó también ingeniería. Una de mis mejores amigas Eva estudió medicina y heredará el hospital Carlos lll de España porque pertenece a su familia, y Laura ha estudiado economía y se quedará con la empresa de su padre. Alex dejó los estudios porque le aburrían y estudió un módulo de informática. Ninguno ha encontrado trabajo todavía excepto Eric y Victor que trabajan en una empresa de telecomunicación. Yo heredaré todo el bufet de Francia de mi madre, el bufet más importante de Europa y pronto cuando yo lo dirija, lo será del mundo.

Ahora mismo estamos en un bar haciendonos unas cervezas y noto a Eric un poco por no decir bastante nevioso y no para de mirarme de reojo. ¿Ya sabrá la sorpresa que le tengo? Espero que no... sería un desastre.

-Marina, mi amor, vamos a dar una vuelta. -Yo asiento lentamente y me levanto de la silla para acompañarlo.

-¿Pasa algo cielo? -Pregunto una vez estamos en la calle.

-No, nada, ¿no puedo querer pasar un rato con mi preciosa novia? -Me sonrojo levemente y le doy un corto beso.

Seguimos andando hasta llegar a la playa, y entramos en la arena quitandonos los zapatos y cogiendolos en la mano hasta llegar a la orilla del mar.

-¿No es precioso el paisage? -Dice un poco nervioso y rascándose la nuca Eric.

-Si, y muy romántico -Le dedico una tímida sonrisa. ¿Pero que me pasa? Será mejor que le diga mi secretito ahora que estamos aquí.

-Eric... -Pero antes de que pueda seguir me interrumpe.

-Mira, ¿ves aquella estrella? -Asiento viendo que estrella señala con el dedo- Pues esa estrella es nuestra estrella, siempre que la veas acuerdate de mí.

Me quedo sonriendo como una tonta viendo la estrella y de repente noto que alguien se acerca por mi derecha. Eran Carol, Alex, Víctor, Laura y Eva con unas tablas de surf, en las que havía escritas unas palabras que mi hicieron llorar. Decía: Marina, ¿quieres casarte conmigo?

Me giro lentamente y veo a Eric sonriendo y arrodillado en el suelo con una cajita con un anillo precioso dentro.

-Si -digo con un mar de lágrimas en los ojos. -Si quiero.

Eric se levanta y me echo a sus brazos rodeandole el cuello y dándole un profundo beso. Me pone el anillo con pequeñas perlas y juntamos las frentes.

-Esto será genial, tenemos que hacer una boda a lo grande, que todos sepan que eres solo mía, mi esposa, nos compraremos una casa grande para los dos... -Sigue hablando atropeyadamente pero lo corto.

-Para los tres... -Desvío la mirada sonrojada y tímida.

-¿Tu perrita también viene con nosotros? -Pregunta extrañado frunciendo el entrecejo.

-No idiota, estoy embarazada de una semana. -Confieso sonriendo un poco nerviosa sin saber como será su reacción.

Veo como abre los ojos desmesudaramente.

Me coje de la cintura y empieza a darme vueltas en el aire sonriendo feliz y yo le acompaño con la sonrisa.

-Voy a ser padre -Dice dejandome en el suelo.

-Vamos a ser padres -Le corrijo.

Eric me coje de la nunca y junta nuestros labios haciendo que nos fundamos en el mejor beso de mi vida.

-Te amo Eric.

-Te amo Marina.

FIN