23. Carpe Diem.

1K 37 0
                                    

23. Carpe Diem.

Estaba entrando a casa pero en vez de recibirme una de las sirvientas me recibe un perrito o perrita, no sé lo que es, es pequeñito y muy peludo, me agacho para verlo mejor pero empieza a ladrarme y doy un grito, entonces se aparece por la puerta mi hermano Dani.

-¿Qué pasa? ¿Hay una araña? ¿Donde está? -Hace preguntas sin sentido apresudaramente sin dejarme ni responder.

-Una araña no pero un bicho peludo que ladra mucho sí que hay aquí. -Miro con horror al perrito/perrita y doy un paso hacia atrás porque esa cosa peluda no para de mirarme fijamente. Entonces se acerca a mí y se me empina en las piernas y sacando la lengua. Vuelvo a dar otro grito.

-Quitamelo, quitamelo, quitamelo... DANIIIIIII -Pero lo único que escucho  por su parte son sus carcajadas, miro hacia él y lo veo en el suelo cogiéndose la barriga de la risa que tiene, pero tengo otras preocupaciones como por ejemplo que esta cosa está encima de mí. Dani viene hacia mí todavía partiendose de la risa y coge al bicho en brazos.

-Te presentos a Aspen. Es una chica y solo tiene dos meses, ¿a qué es una monada? -Dice acariciando a Aspen.

-¿A ti desde cuando te gustan los perros? y... ¿Desde cuando utilizas la palabra ''monada''? ¿Donde está mi hermano Dani y que has hecho con él? -Me burlo de su comportamiento ante la perrita que ahora que me fijo es muy bonita.

-No es que me gusten los perros, y no es mía, es tuya. -Estoy apunto de protestar pero me hace una seña con el dedo para que me calle- La vi en la calle deambulando sola y sin collar ni dueño, así que la cogí y la trage a casa. Tranquila, la he llevado a que le hagan todas las vacunas y está muy sana. Consideralo un regalo por tu cumpleaños que es pronto.

-Que bonito detalle el tuyo Dani -Lo miro con ternura- Gracias por traer a esta cosita tan bonita a casa y darle un hogar.

-No es para tanto, solo la cogí para enternecer a una chica que venía conmigo y es una chica difícil y así conseguir llevarmela a la cama.

-Eres repugnante, estúpido -Lo miro mal y le quito a Aspen de las manos para llevármela a mi habitación.

Al entrar en mi habitación dejo a Aspen en el suelo y voy a ponerme el pijama mientras mi dulce perrita me observa, sí sé que soy bipolar, antes me causaba horror Aspen y ahora la adoro, pero así es la vida. Cuando ya tengo puesto mi pijama llaman a la puerta y dijo un simple ''adelante''.

-Srta Marina, la cena está echa y tus padres y el srto Daniel están ya en la mesa. -Asiento y me dirijo a la puerta para salir y bajar a cenar. Cuando bajo veo que hay shushi, y me encanta el shushi, es tan delicioso y tan sano y bueno para la salud...

Me siento en la mesa y cuando ya están todos los platos servidos empezamos a comer, esta es una de mis cenas favoritas porque es de las pocas cenas que estamos los cuatro en la mesa y no hay discusiones de por medio y por lo menos de momento. Hablamos de cosas banales como por ejemplo de mi nueva perrita o de como nos ha ido el día. Hasta que mi madre saca el tema de que queremos volver mi hermano y yo a París, aunque yo ya no tengo tanta emoción de querer volver a casa.

-Hijos, vuestro padre y yo hemos estado hablando y hemos decidido que cuando terminéis este curso que Marina ya tendrá 18 años e irá a la universidad podréis regresar a París y seguir allí vuestro estudios, pero viviréis con la tía Lucy que ha aceptado teneros allí. 

Mi hermano se queda callado al igual que yo pero a diferencia mía empieza a saltar y a reír de la alegría, me coge de las manos y me levanta de un tirón para bailar pero yo sigo en shock y no hago ni movimiento solo siento como me arrastra de un lado a otro Dani. Puede que al principio quisiera ir a París pero al decirnos esto solo me vino una cosa a la cabeza: Eric. Creo que no solo lo quiero, creo que también... lo amo. No lo sé, es muy confuso.

UN SEGUNDO CAMBIA UNA VIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora