Capítulo 12: Nos arriesgaremos...

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NARRA MARÍA

Sí, yo lo sabía todo, estaba todo planeado. Llamé a Laura desde la puerta del baño para que viniese y ahí empezó todo el plan: iba a hacer como si le hubiera acompañado al baño a Rubius, ella pensaría lo que pensaría, no seía nada malo pero... Quería ayudar a Rubén, el me ayudó mucho con lo de Marta, aunque la odie, lo hizo y yo sentía que tenía que ayudarlo. Funcionó, pero Laura lo exageró demasiado, ¿o lo preparé demasiado? Bueno, me tuve que ir a disculpar y si no funcionaba, se lo tendría que contar todo.... Corrí hacia ella y me la ví llorando en una mesa:

-¿Qué haces aquí? ?¿Y Frank?- dije preocupada.

-Déjame, no me toques y aléjate- dijo ella furiosa.

-Mira, escucha, era todo una prueba, una comprobación- dije nerviosa.

-¿A sí? Y no me la cuentas antes, ¿no? Muy raro en tí... Estoy deseando de que llegue Piolín- dijo ella.

Yo, muy segura de mí misma, le contesté:

-Rubius te quiere para él- dije cabreada.

-¿Qué? ¿Cómo?- dijo ella nerviosa.

-Lo que escuchas, pero espera, ¿qué dijiste antes?- dije cabreada.

-Perdón, me salió solo- dijo ella arrepentida.

-Aunque ella sea tu mejor amiga y con la que mejor te entiendas, no significa que las demás no podamos estar ahí también, mejor me voy que verás tú que exploto- dije yo dirijiéndome hacia el baño donde estaba Rubén:


-Y, ¿qué pasó?- dijo él nervioso.

-Solo puedo decir que me voy, intenté ayudar y creo que para tí es una misión cumplida, pero para mí, ella debe resucitar con un milagro porque para mí, ha muerto- dije saliendo.

-Espera, María- dijo detrás mía, pero Frank le agarró del brazo:

-Iré yo, tú consola a Laura- le dijo.

NARRA FRANK

Corrí tras María pero ella, corría más. Se tuvo que parar en un farola por cansancio, ahí la atrapé:

-¿Me explicas qué está ocurriendo?- dije respirando fuertemente.

-La mato, la mato... en relidad, la quería ayudar- dijo ella delirando.

-Creo que estas muy cansada, te llevo a casa- dije sujetándola.

-¡Que la mato eh! ¡La mato!- dijo ella gritando.

-Shh, ya está tranquila- dije andando.

Llegamos hasta su casa y allí, me dijo que cogiera unas llaves de debajo de la alfombra, las cogí y  abrí la puerta. Ella entró:

-Bueno, aquí acaba la tan especial noche- dijo ella.

-Oye, ¿de verdad estás con Rubén?- dije confuso.

- Para nada, si eso estaría con Willy- dijo ella.

-¿¡Willy!? ¡Salseo!- dije alzando la voz.

-Shh, cállate, los vecinos se quejarán, igualmente, era mentira, ya te explicaré- dijo ella intentando disimular lo que se le había escapado.

-Sí, sí... "Mentira" Bueno, hasta mañana y, por favor, arréglalas con Laura- dije serio.

-Si me deja mi corazón, lo haré, tranquilo- dijo ella - Hasta mañana y buenas noches cariño- terminó con la estúpida frase de la otra noche.

-Bahh, otra vez con lo mismo, buenas noches- dije despidiéndome.

NARRA LAURA

Me quedé sola en la mesa, la gente me miraba pero a mí no me importaba, la había vuelto a liar. Ví que Rubén estaba viniendo hasta donde estaba yo. Me empecé a poner nerviosa y, cuando se sentó, las palabras me salieron solas:

- ¿Dónde ha ido Frank?- dije nerviosa.

-Ha ido a buscar a María, me dijo que te llevara a casa- dijo él , se notaba que estaba más nervioso que yo.

De camino a mi casa, hubo un silencio muy largo que hizo que entre él y yo surgiera algo. Yo iba pensando en mis cosas hasta que él me sacó de mis pensamientos:

-Y, bueno...¿ya te lo ha contado todo no?- dijo muy nervioso.

-Sí...y sobre eso....- dije con la voz entrecortada.

-Dime, lo aceptaré- dijo él entristecido.

-Que yo también siento lo mismo, me gustas pero al verte con María, me dió miedo decírtelo- dije como si me hubiera librado de mil cadenas.

-¿Y qué hacemos?- dijo él menos nervioso y más sorprendido.

-Pues no lo se, ¿nos arriesgamos?- dije yo.

-Pero, y ¿Staxx? ¿Frank?- dijo él con los ojos como platos.

-Ya lo veremos, yo quiero ser feliz contigo ¿no?- dije sonriéndole.

-¡Toma! Lo sabía, bueno, en realidad no, tenía miedo yo también- dijo riéndo.

-Pues ya está todo dicho, bueno, esta es mi casa, ya me puedes dejar aquí- dije nerviosa.

Él me besó, me recordó al beso que me dió Frank, pero este me gustó un poco más, fue más dulce, más lindo, más.... TODO.

Se despidió con el beso y se fué. Me quede como una tonta en la entrada hasta que recordé... que estaba en la entrada (genius). Corrí hacia dentro y me metí en la ducha, salí cinco minutos más tarde y me fuí a dormir.

A la mañana siguiente, quería hablar con María, disculparme por todo, pero me llamó Piolín, bueno, también se llamaba María así que servía.

-¡Ahh! ¿Laura ya lo sabrás no?- dijo ella emocionada.

-Sí, sí... oye, estoy casi dormida, ¿cuándo vienes?- dije con voz apagada.

-Dentro de tres semanas, estoy deseando veros...Oye, María no me coge el teléfono, ¿qué le ocurre?- dijo curiosa.

-Una historia muy larga, ya te contaré- dije yo.

-Cuenta anda, que me aburro...- dijo suplicándo.

-Vale, mira esto ocurrió....

Le conté todo y se quedó sorprendida, me dijo que lo debíamos de arreglar cuanto antes, que ella no podría llegar y sentirse incómoda entre nuestras rabietas, le dije que lo iba a arreglar ahora mismo, y la llamé....

NARRA MARÍA

Ví una llamada de Laura, cogí el móvil y colgué, esto se tendría que hablar cara a cara. Volvieron a llamar, y a llamar y así, sucesivamente. Cogí el móvil y, antes de estamparlo contra el suelo, ví que era Frank.

-Dime cariño- dije riéndo.

-Eso díselo a tu nuevo cariño...- dijo aguantando la risa.

-¿Cómo?- dije confusa.

-Lo que oyes, tienes una cita con Willy...- dijo él, aunque no lo viera, sabía que estaba sonriendo.

-¿¡Qué!?- dije  sorprendida, más que nunca...

Intentando no enamorarnos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora