Capítulo 42: Sinsajo y relatos porno.

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NARRA PIOLÍN

Tuve que ir con Frank para buscar ayuda. Vale, puede que me conociera Cádiz, ¡pero no me conocía la carretera! No se conducir, no se qué buscar ahora mismo, se buscar algo en Google maps pero, primero, no hay cobertura y segunda, ¡qué mierda busco! Me estoy estresando.

-¿Estás bien? Te noto tensa- dijo Frank riendo.

-No vamos a llegar al avión, ¿lo sabes?- dije nerviosa.

-Yo por lo menos he encontrado una gasolinera- susurró.

-¿Que has hecho qué?- dije levantando la mirada para mirarle.

-No me mires a mí, mira hacia delante- dijo sonrojado.

Y ahí lo ví, la imágen más bonita del mundo, ¡la gasolinera de mi vida! Corrí hacia la gasolinera y abracé al hombre que había dentro. Ni me di cuenta de que no sabía quién era, solo lo abracé para descargar toda mi felicidad. Dejé atrás a Frank, da igual, por lento. Me separé y me quedé boquiabierta.

-¿Qué haces aquí?- dijo sonriente.

-No debes hablarme- dije furiosa.

-Tú eres la que me ha abrazado- dijo él.

-Y tú quien golpeó a mi amigo- dije dándole la espalda.

-Te estaba haciendo miraditas sabiendo que eras mía- dijo él tocándo mi hombro.

-No era tuya, no era de nadie- dije apartándole la mano.

De pronto, se escuchó el timbre que anunciaba que alguien había entrado, era Frank.

-¿Cómo va ese culito?- dijo dándome una nalgada.

-Esa mano te la metes en los huevos- dije amenazando.

-Pensando en tí cariño- dijo mirándome.

-Cerdo- dije saliendo de la gasolinera.

-¡Nos veremos!- gritó desde dentro.

-Ni en tus sueños- dije en alto.

-Sabes que sueño contigo todas las noches- dijo él saliendo.

Noté a Frank muy tenso, lo entendía, tampoco lo soportaba.

-No le des más juego- me susurró Frank.

-¿Sabes qué? ¡Yo también sueño contigo! Pero te hago de todo menos bonito- dije ignorando a Frank.

-Cariño, hay cosas que no son bonitas pero sí placenteras- dijo él.

Y Frank explotó. Se acercó a él y le agarró del brazo...no explotó de aquella manera.

-Pídele perdón- le dijo Frank.

-¿A esta puta?- dijo él.

-Te la has ganado- canturreé dándole una patada en sus partes.

-Eso duele- dijo Frank soltándole.

-Llévale dentro antes de que le escupa en la cara- dije seria.

-Voy- dijo levantándole.

-Me las pagarás- dijo él.

-Con otra patada si quieres- dije y se calló.

Frank y yo nos fuimos en silencio, la verdad es que no tenía ganas de comentar nada, pero él tenía muchas preguntas.

-¿Lo conocías?

-Sí.

-Nombre.

-No tengo ganas de recordarlo.

Intentando no enamorarnos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora