NARRA MARÍA
Ahhh, que contar de esta cita, en una palabra: maravillosa. Ya eran las once y media y no parábamos de hablar y de reir, era el tipo de chico que me encanta: que siempre tenga tema de conversación y que no sea muy pegajoso. Estaba siendo una cita perfecta, sí ya se, soy demasiado pesada pero quiero destacarlo.Empezamos a hablar sobre su vida en Youtube, para él era un poco difícil el tener que soportar a la gente que no apoyaba su trabajo pero siempre recordaba que había otro gran grupo de personas que amaban lo que él hacía, como lo hacía y todo eso. Me empezó a contar cosas que yo no entendía, pero me daba corte pararlo, se le veía tan entusiasmado contando sus cosas. Un sonido estropeó el momento, era mi móvil. Lo cogí y pregunté varias veces que quién era, al ver que no contestaban, me aparté el teléfono para ver quién era:
-AHHHH, no me lo puedo creer... Ya son las doce- dije muy feliz y levantándome de la silla.
-¿Qué ocurre? ¿Se te ha hecho tarde?- dijo preocupado.
-No, para nada, ufff llegó la hora, Willy necesito tu ayuda- dije agarrándole del brazo y tirándole.
-Sí, sí ¿qué pasa? Me asustas- dijo levantándose y agarrándome los hombros para que no pudiera mover.
Joder, esos ojos café me impedían hablar, no me salían las palabras, estaba super nerviosa y, junto a lo que estaba por suceder, me sonrojé. Él lo notó y rió:
-No pasa nada, se que te pongo nerviosa, soy muy guapo- dijo sonriendo.
Vaya sonrisa tan perfecta tenía, me estaba empezando a sonrojar más y más:
-Claro, aquí el señorito es el más guapo de la ciudad, pues que sepas que YO soy la que elige eso- dije soltándome.
-Se que me eligirías a mí- dijo el con voz muy, muy picarona.
-Bueno, lo que te iba diciendo, es el cumpleañños de Lola y quiero darle una sorpresa, ser la primera persona en felicitarle- dije colorada, menos mal que me había librado.
-Sí claro, vamos, yo te llevo y así vamos dando un paseo-dijo extendiéndome el brazo.
-Vamos- dije agarrándo su brazo.
Por el camino, íbamos riendo y, en ocasiones, apoyaba mi cabeza en su brazo por cansancio y él me acariciaba el pelo. Todo era perfecto hasta que llegaron "las alegrias de la huerta":
-Hey, mira la pareja, paseando por la calle- dijo Rubius estropeándolo todo.
-Sí, íbamos al cumpleaños de Lola ¿venis?- dije sonriéndo.
-Claroh, ya que estamoh vamos tóh juntos- dijo Mángel.
-Sí, pero Mángel tú y yo no queremos estropear este momento ¿a que no? Iremos apartados para que hagais vuestras cositas- dijo Rubius.
-¿Qué cosas? Anda vamos antes de que me arrepienta- dije empujándoles hacia delante.
Llegamos hasta casa de Laura y, cuando llegamos, le di un pequeño codazo a Rubius, él sonrió y llamó a la puerta:
-¡Felicidades!- dijimos a la vez.
-Gracias pero, Lola está dentro, pasad- dijo Laura.
-A ti no era tonta- dije abrazándola.
-Buenas noches señores, como ya sabéis, es mi querido cumpleaños así que... ¡YA QUIERO AQUÍ MIS REGALOS!- dijo señalando una mesa llena de bolsas.
-¿Y tantos regalos?- dijo Willy sorprendido.
-Ni lo preguntes, imagínate el precio- dijo Laura rodando los ojos.
-Bueno, ya que supongo que soy la única con regalo, ábrelo- dije dándole a Lola un regalo.
-Haber, haber... AHHHH ¡UN UNICORNIO!- dijo agarrándo el peluche y haciendo sitio en la mesa llena de regalos, sí, los tiró todos al suelo:
-¡Lola! Bahh, da igual, era ropa que ni se la iba a poner- dijo Laura tapándose la cara para evitar reir.
-Unipony, te llamarás Unipony ¿vale? ¿ME ENTIENDES O TE LO TENGO QUE REPETIR? Espero que lo hayas entendido porque si no, te arranco las patas y te las coso en los ojos- dijo Lola con cara psicópata.
-Déjenla, no se asusten... es así- les dije a los chicos riendo.
Empezó la fiesta, bueno fiesta, consistió en estar sentados en el sofá del salón y hablar sobre nosotros:
-Y ¿qué tal tu cita con Willy?- dijo Rubius con cara pervertida.
-Bien, no os importa lo demás, y bueno ¿qué hacian ustedes dos en la calle a estas horas?- dije mirando a Mángel.
-¿Mangel? ¿Mángel?- dijo Laura pasando su mano por la cara del chico.
-Uhhh, mi Mángel se enamora de Lolita- dijo Rubén alzando la voz.
-No, no es que me guste, tampoco es que sea fea, tiene algo que me hipnotiza- dijo él.
-Y eso se llama amor- dije riéndo y sentándome en el suelo junto a Lola.
NARRA LAURA
María se fue a jugar con Lola, jugaban a la guerra de los unicornios contra las patatas fritas o algo así. Me dirigí hacia Rubén y apoyé mi cabeza en su hombro. Ninguno se estaba dando cuenta de lo que estaba sucediendo, Willy estaba mirando hacia su móvil y Mángel seguía mirando a Lola. Rubén me dió un beso en la comisura de los labios, y yo se lo dí en el hombro. El momento fue interrumpido por el sonido de la puerta.
-Abro yo- dijo Lola corriéndo hacia la puerta.
-Lola espera- dijo María corriendo tras ella.
La puerta se abrió y hubo un silencio muy grande, pasaron dos minutos y yo ya me empezaba a asustar, ¿quién sería?
-¿Quién es?- dije levantando la voz.
Se escuchó la voz entrecortada de Lola desde la puerta diciendo:
-Era...Wismichu...se ha llevado a María al portal- dijo Lola asustada.
.¿¡Qué!? Otra vez ese gilipollas, ahora vengo- dijo Willy saliendo de la casa.
NARRA WILLY
Salí de la casa y empecé a escuchar gritos de María rogando que la soltasen, bajé rápidamente las escaleras y me encontré a Wismichu con un moratón en la cara:
-Vaya, creía que tendría que intervenir- dije sujetando a María.
-No hizo falta, si me quería buscar, me ha encontrado- dijo María furiosa.
Ví que María tenía una herida en la rodilla, la habría tirado al suelo o algo.
-Vamos María, subamos a curate eso- dije llevándola.
-Sí, vamos, y que no te vuelva a ver por aquí cerca, o te vas a enterar- dijo María haciendo el intento de escupir, pero no pudo.
Llegamos a la puerta y todos querían ver que había sucedido:
-¿Estáis bien? ¡Qué te ha pasado!- dijo Laura señalando la rodilla de María.
-Nada grave- dijo ella.
-Bajé y me vi a Wuismichu con la maraca de la mano de María en la cara- dije sentándo a María en el sofá.
-Esa es mi chica- dijo Rubius riendo y chocándole la mano.
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Intentando no enamorarnos.
FanfictionMaría y Laura eran dos grandes amigas de Marta, bueno "grandes", no se llevaban bien. Gracias a una desgracia de Marta, pudieron conocer a unos chicos estupendos que resultaron ser unos youtubers muy famosos. Ellas eran de gancho fácil, así que se e...