Intentando no enamorarnos.

Capítulo 27: Tengo sida...

NARRA MARÍA

Wow, a esta chica le encantaba mi ropa, los zapatos estaban tirados por el suelo (todos bien puestos), las camisetas dobladas en la cama, las camisas colgadas en las perchas, los abrigos extendidos en la cama, los vaqueros en el suelo...bueno, como si fuera una tienda:

-Y ahora, ¿qué nos pondremos?- dijo Lana.

-¿De dónde sacas tanta energía?- dije riendo.

-Dahhh, vivo con un youtuber y tengo un conejito super mono y agshurbfjerbvechbh (idioma delfínico)- dijo ella haciendo gestos un tanto...extraños.

-Vale, vale, para que no puedo respirar- dije riendo demasiado.

-¿Sabes? Te verías muy bien con esto- dijo dándome un vestido blanco.

-Anda, es el de Laura, se me olvidó dárselo- dije tapándome la boca.

-No importa, las amigas comparten todo y como nosotras también somos amigas, me vas a prestar estas botas- dijo acariciando mis botas de pelo.

-¿Ya te consideras mi amiga? Y solo por la botas- dije fingiendo llorar.

-No, era broma, por las botas y por la camiseta a juego- dijo cogiendo una camiseta.

-Me parece muy fuerte- dije riendo.

-Yo soy muy fuerte- dijo sacándo músculo.

-Vaya, dentro de poco alcanzas a Samuel- dije riéndome muy fuerte.

-¿Vegetta? Me quedan un par de pesitas-dijo ella bajando la cabeza.

-Mira, yo juego al tenis, pasado mañana voy a jugar, vienes conmigo y jugamos-dije cambiándome.

-¡Olé!- dijo intentando imitar el acento español.

En ese momento, me reí demasiado, hasta creo que empecé a toser por falta de aire. Ella comenzó a vestirse.

-¿Lista?- dije arreglándome el pelo.

-I´m ready bitch!- dijo ella saltándo y terminando con pose de rapero.

-Vale, vale...-empecé a reír, joder me meo con la chavala.

Caminamos hasta casa de Laura, como era normal, me llevé todo el camino riendo por nuestras tonterías. Cuando llegamos, llamamos al portal:

-Buenos días princesa, he soñado toda la noche contigo...ehmmm...no me acuerdo más- dijo Lana riendo, lo teníamos todo preparado.

-Ya bajo mi príncipe, dime tú ¿a qué se debe su presencia?- dijo Laura.

-Princesa, vamos a ir un rato al parque y luego vendrán los chicos para ir al parque de atracciones- dije riendo.

-Vale princeso, bajo en un minuto- dijo Laura.

Cuando bajó, nos fuimos al parque:

-Oye, ¿los extrañáis? Yo sí, y mucho...-dijo Lana.

-Awww, no pasa nada, yo no extraño a nadie...- dije abrazándola.

-¿Ni a Will...?- no la dejé terminar.

-A nadie- dije abrazándola más fuerte.

-Vale, suéltame o vomito. Por cierto, no hemos desayunado- dijo Lana.

-Yo me tomé un vaso de leche- dije riendo.

-Vamos a la cafetería de esa esquina- dijo Laura señalándola.

Fuimos a la cafetería, las muy gordas se pidieron churros y chocolate y yo, un Cola Cao bien calentito. Contamos chistes muy malos, pero lo mejor es que Lanita no sabía traducir sus chistes en inglés al español, así que se inventaba palabras como: "trababocas" en vez de trabalenguas o "pichoncito" en vez de pollete.