Intentando no enamorarnos.

Capítulo 30: Escucha primero, confía...

NARRA LAURA

- ¿Y bien?- dijo Lola.

Él se quedó callado unos segundos, yo ya creía que todo se había echado a perder, pero al fin habló Mangel:

-Lola, lo siento- dijo él, iba a continuar hablando pero Lola le interrumpió.

-Lo sabía- dijo ella susurrando y levantándose, pero al parecer él no lo escuchó ya que siguió hablando.

-Lo siento por no habértelo pedido antes, pero es que me daba mucha verguenza...pero claro, acepto- dijo él- y bueno, me tengo que ir, voy a montar un elefante, no penséis mal, adiós- dijo colgando.

¿Qué acababa de pasar? ¿Acabo de ver como un chico acepta a mi hermana para ser su novia? ¡Impresionante! ¿Le digo a mi hermana? ¡Estaba enfadada! ¿Se le quitará el enfado? Todas esas preguntas estaban en mi cabeza mientras me situaba en la puerta de la cocina:

-Inspira- dije respirando.

-Expira- dijo ella saliendo de la cocina cabreada.

-¿Sabes qué?- dije agarrándola de los hombros.

-¿Qué?- dijo sonriendo muy falsamente.

-¡Tienes novio!- dije saltándo.

-Claro...-dijo zafándose de mi agarre.

-¡Que sí! ¿Quieres comprobarlo?- dije con cara pervertida.

-Haber, he escuchado como me rechazaba, nunca me he sentido tan avergonzada- dijo ella.

-¿Ni cuando te tiraste al suelo en el supermercado y dijiste que eras una baldosa?- dije susurrando.

-¿Qué?

-Nada.

-Bueno, venga, llámale- dijo desafiante.

-No puedo, va a montar a un elefante- dije riendo.

-Sí claro, espera ahora vengo, voy a montar a un unicornio- dijo Lola.

-¡Volvimos!- dijo Piolín abriendo la puerta.

-Este lugar me trae malos recuerdos- dijo María tocándose la nariz.

-Really? A mí me gusta- dijo Lana riéndose.

-No, tiene, ¡GRACIA!- dijo cruzándose de brazos.

-Bueno, voy a montar el unicornio- dijo Lola.

-Ya te dije que lo del unicornio era mala idea...-dijo susurrando María.

-¿Perdona? UNIPONY ES LO MEJOR QUE ME HA PASADO EN LA VIDA JUNTO A MANGEL- dijo Lola gritando.

-¿Así que eso era? ¿Laura, que hiciste?- dijo María.

-Siempre tengo la culpa- dije haciendo un puchero.

-Sí- dijeron todas.

-Jum, yo solo quería juntar a mi hermanita con Man...- me interrumpió Lola.

-No vuelvas a pronunciar ese nombre si no quieres acabar sin lengua- dijo ella.

-¿Explicación?  ¡Ya!- dijo María en plan madre.

- ¿Y esto?- rió Piolín.

-No nos deberías de haber dejado tanto tiempo con ella- dije escondiéndome detrás de Piolín.

NARRA MARÍA

-Las dos, aquí,  ¡ya!- dije furiosa, se que me estoy poniendo un poco agresiva pero como doctora del amor que soy, debo cumplir con mi deber.