Intentando no enamorarnos.

Capítulo 15: Menos mal...

NARRA RUBÉN

Estábamos en casa de Laura, en su sofá, esperando a que María y ella salieran del baño. Había venido Wismichu y había tirado a María al suelo, dejándole una pequeña herida en la rodilla, pequeña pero profunda.

Estábamos esperando mientras que se escuchaba a Lola como jugaba con su unicornio y como Mángel la miraba. Se le veía enamorado, raro en él. La primera vez que le había visto así desde que... bueno, no es tiempo de recordar el pasado, ya pasaron todos esos momentos malos. Salieron María y Laura y se dirigieron a la cocina para preparar algo de comer. Llamaron a la puerta y fuimos yo y Willy a abrir, cuando abrimos, vimos algo sorprendente:

-¿Qué más quieres? ¿No te ha quedado claro?- dijo Willy.

-La verdad es que no lo he entendido, yo se que me ama- dijo Wismichu.

-Eres demasiado creido ¿sabes? Deberías irte- dije conteniendo la rabia.

-¿Y si no quiero?- dijo él muy creido.

-Te lo dejaré más claro- dijo Willy.

¡Zaass! Le pegó un tortazo en la cara y lo tumbó en el suelo, Willy se fue y nos dejó solos, yo le quería ver sufrir, bueno, no soy mala gente <3. Empezó a levantarse y me empujó dejándonos en el pasillo de la casa de Laura. Empezó a pegarme sin fuerza, no podía dar más de sí. Yo le empujé fuertemente contra la puerta y le agarré del cuello. Antes de poder decirle nada, llegó Laura:

-¿Qué hacen? No sean niños chicos- dijo separándonos y quedando en medio.

-Le ha hecho daño a María, y quiere volver a intentarlo- dije mirándole.

-Pero, él querría disculparse o algo así, no creo que quisiera hacerle daño- dijo ella.

-¿Y cómo lo sabes? ¿No te da mala pinta?- dije furiosos.

-No, no entiendo como a María y a ti sí os da- dijo Laura.

-Bueno, si es lo que tú quieres, por lo menos que se vaya- dije furioso, pero sin que se notara.

-Vale, me voy. Gracias Laura-dijo tocándole el pelo.

-De nada Wismichu, nos veremos- dijo Laura cerrando la puerta.

-Ni se te ocurra- dijo María .

-Pero, ¿por  qué os cae tan mal?- dijo Laura.

-¿Pero tú lo has visto?- dije furioso.

Nos interrumpió el sonido de la puerta y, antes de abrir, María me separó y abrió la puerta:

-¿Qué quie...? ¡Frank! Te has acordado ¿verdad?- dijo ella ilusionada.

-Sí, claro- dijo él.

-Y bueno...pasa, pasa- dijo Laura nerviosa.

Estábamos todos en el salón, María junto a Willy y Laura entre Frank y yo, Mángel dió un paso adelante y empezó a jugar con Lola. Noté que era el momento exacto, el momento para contarle todo a Frank sobre Laura y yo. Le di un codazo a Laura y ella lo notó:

NARRA LAURA

- Bueno... Frank, creo que te tengo que contar una cosa- dije nerviosa.

María sabía lo que yo iba a decir y me tranquilizó.

-Bueno Frank... en este tiempo me he dado cuenta de que...- fue interrumpida por el teléfono.

-¿Me explicáis lo de Willy con María y Rubén con Laura?- dijo Piolín por el teléfono.

-Mierda...- dijo María.

-¿Qué? ¿Con Rubén?- dijo Frank.

-Sí, bueno, no es la manera más sencilla de contártelo pero, sí...- dije temblando.

-¡Menos mal!- dijo feliz y abrazándome.

-¿¡CÓMO!?- gritó María.

-Estaba con una chica rubia que acababa de conocer por internet.

-¿Me explicáis ahora todo?- dijo Piolín.

-¡NO!- dijimos todos a la vez y yo colgué.

Rubén se alegró mucho y me abrazó. María se alegró e hizo el movimiento ese que Marta nos enseñó y solo le salía a María. Rubén, al verla, dijo algo que a mí me sonó divertido:

-¡Mirad, es mi mujer Sr. Usta!- dijo Rubén haciendo el mismo movimiento.

-¿Eres tú el de Ust?- dije sonriéndo, aunque un poco celosa.

-¡Sí, es él! Ahora en vez de Wigetta...¡Usteta!- dijo Mángel. (A partir de ahora escribiré la voz de Mángel normal, imaginaros la frase con su voz real).

-¿Usteta?- dijo María riéndo.

-Sí, no es mala idea. ¿Me harías el favor de ser mi mujer Usta? Sin que mi novia se me ponga celosa, claro- dijo Rubén guiñándome un ojo.

-Claro, lo acepto. Y Laura también- dijo María riendo.

NARRA MARÍA

Los chicos se quedaron un rato más, pero luego se fueron y yo me quedé a dormir en casa de Laura. Tenía que decirle eso tan importante, pero no sabía como:

-Oye Laura, ¿te puedo contar una cosa?- dije nerviosa.

-Claro, dime- dijo ella.

-Estoy embarazada...

¡TCHAN TCHAN TCHAN!