KIRISHIMA Y KIEV VIII

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No sé exactamente cuánto tiempo había pasado desde que me había dejado solo en su despacho, pero aproximadamente como una hora y media, hasta que entró abriendo abruptamente la puerta para cerrarla de igual manera, yo estaba adormecido, cansado de estar allí sólo sin poder moverme y con los brazos en alto.

Despierta, shitty hair.

Estoy despierto.

¿Tienes algo que decirme? curioseó apoyándose en su mesa con longitud y tamaño de escritorio alargado y cruzando los brazos.

Sí, que tengo sed, me has secuestrado por dos horas, tengo la boca seca.

Voy a por agua. No te muevas de ahí dijo en tono irónico.

Ja ja, muy gracioso.

Cuando volvió con un vaso lleno de agua lo tendió hacia mí.

¿Te crees que así puedo beber? le pregunté abriendo las palmas de las manos lo máximo que pude.

Tsch. me acercó el vaso a la boca, bebí un poco y antes de que apartara la mano le mordí, clavándole profundamente hasta el último de mis colmillos─. ¡¡¡ARGHH!!!

Se alejó de mí hacia lo otra dirección de la habitación, alzándose las manos a la cabeza.

¿¡Por qué mierdas has hecho eso?!

Te lo mereces.

Escúchame me dijo seriamente acercándose a mí de nuevo─. Me odias por estar aquí atracando el banco de un gobierno que lo único que hace es usar nuestros impuestos en caprichos, viajes y cuentas bancarias en países desarrollados, es un puto gobierno corrupto, Kirishima.

Caí en la cuenta, nuestro Estado no es conocido por confidencialidad y confianza con el ciudadano, son unos ratas que nos blanquean las cuentas cada vez que quieren... caí en que ellos no eran los malos... sólo querían devolvérselo todo mediante la misma moneda. Comprendí que era lo que sentía Kiev. Y lo que yo sentía por Kiev, al fin tenía mis sentimientos en orden...

Kiev.

¿Qué?

Acércate.

Paso de que vuelvas a destrozarme la mano.

Ven aquí.

No gracias.

Iba a marcharse de nuevo, ya que ya me había dado el agua y vio que podía resistir perfectamente más tiempo de esa manera, pero no podía permitir que se marchara.

¡Katsuki! exclamé ondeándome suavemente debido a la necesidad de que se quedara conmigo.

Se detuvo en seco, girando la vista hacia mí.

¿Cómo me has llamado?

Ven aquí... dije con un tono suave.

Contemplé cómo sus pasos se hacían más cercanos a mi ubicación actual, se acercó poco a poco. En cuanto estuvo a un centímetro de distancia de mí y se encontraba a mi alcance, me mantuve rozando sus labios para crear tensión durante unos segundos, después, hice una especie de pequeño impulso para acercarme, le besé apasionadamente sin que él se lo esperase.

Cuando comprendió la situación, me rodeó la cintura y me siguió el beso.

¿Estás jugando conmigo? me preguntó.

Te ayudaré. En todo lo que quieras, ya me tienes, has conseguido lo que querías.

¿Por qué debería de creerte?

Porque... escondí la cara girándola 90°.-porque te creo, y... me he dado cuenta de que me gustas...

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Mi corazón latía a mil por hora, sentía que se me iba a salir del pecho, acaba de declararse a mí.

a mí...

¿Te estás...?

Eso creo.

Volví a buscar su boca para tener contacto, solo habían pasado uno o dos días allí dentro ya comenzaba a perder la noción del tiempo─, pero echaba de menos sus labios, su lengua, esos puntiagudos dientes y esos perfectos molares, su húmedo paladar... todo su interior.

Te dije que reflexionarías.

Cállate... estaba avergonzado de reconocer que yo tenía razón.

Kirishima, te quiero.

Se sonrojó, era más fácil de sonrojar que yo, a mí siempre me salía un poco el color, pero a él el rojo le teñía la cara... adorable.

¡T-T-Tú no puedes soltar eso así!

Tú acabas de hacer lo mismo conmigo.-dije entre risas.

Pero... no es lo m-m-mismo.

Kirishima. Te quiero, te quiero mucho comencé a repetir mientras le desataba.

Vas a gastar el significado de la frase tonto...

Me da igual, quiero que te quede claro lo mucho que te amo aclaré acabando de desatarle y abrazándolo.

Yo también... me respondió escondiendo el rostro entre mi pecho.

Saldremos de aquí juntos, ¿de acuerdo?

Asintió. Ya tenía todo lo que necesitaba para definitivamente no perder.

紙の家 // kami no ie // - BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora