紙の家 // kami no ie // - Bakushima

ÁMSTERDAM Y LISBOA IV

(Día 12: mañana)

Esto no va bien, no va nada bien, cada vez peor, cada vez que recuerdo el inicio de nuestro plan, el cómo nos conocimos, el cómo acabamos aquí dentro, el cómo acabé enamorándome de Lisboa; cada maldita vez mi lado derecho se descontrola, quiere salir, quemarlo todo, mandarlo todo a la mierda

FLASHBACK

─Bien bastardos, este es el plan.

Todos estábamos reunidos en una villa alejada de Tokio, era una casa enorme, de tipo rural construida con sillarejo; la zona exterior se encontraba envuelta en extensos jardines dotados de un color verde puro. Cada uno tenía su propia habitación además de las varias salas comunes, nos acomodamos allí ya que era una casa antigua, abandonada, y no tuvimos que cubrir ningún gasto más que el de la comida.

Kiev, quien estaba al mando, designó los papeles de cada uno.

─¿El segundo al mando? ¿Por qué yo? Si ni siquiera estoy aquí porque quiero...

No me interesaba nada la misión, ni siquiera el dinero, fue más bien...por un flechazo.

(FLASHBACK DENTRO DEL FLASHBACK)

─Hey, idiota mitad-mitad, necesito tu estúpida ayuda para llevar a cabo mi plan.

─¿Y por qué yo? No soy ningún criminal.

─Tsch, pero tu padre es la maldita rata que preside el banco, apuesto a que lo conoces mejor que tu propia casa, ¿por qué si no iba a acudir a ti?

─Sí, he ido allí centenas de veces, ¿y qué? Eso fue hace años, olvídalo, no quiero volver al lugar de trabajo de ese bastardo.

─¿Entonces es un no?

─¿Tú que crees?

─¡Kacc-! Digo... ¡Kiev! tenemos problemas...

Dijo llegando hacia ¿"Kiev"? un adorable chico, de baja estatura, con el esponjoso cabello verde cubriéndole parte de su frente y esas amigables pecas que le recorrían el rostro.

─¿Qué problemas, maldito Deku?

─¿Por qué tu puedes llamarme por mi apodo pero yo no puedo llamarte por el tuyo?

─Porque si no vas practicando ahora, allí dentro no dejarás de llamarme así, yo puedo detenerme cuando quiera.

El chico sacudió la cabeza para concentrarse en lo que había venido a decir con tanto énfasis segundos atrás:

─A lo que venía era para decirte que ─hizo una pausa y me miró, callándose lo que iba a decir a continuación y cambiando el nombre de la persona que iba a ser nombrada─, la sujeto principal se niega a cooperar.

─Joder, este también.

Ambos me miraron, pero no recibieron respuesta, estaba ocupado pensando en otra cosa, o mejor dicho, en alguien.

─Frío-caliente, guarda tu quirk para cuando estemos allí dentro, idiota.

─¿Qué?

La parte derecha de mi cuerpo se había activado, la mitad derecha de mi camisa había desaparecido, se había convertido en ceniza.

─¿Estás bien? ─me preguntó el chico.

─S-Sí...

─Vámonos, aún tenemos que hablar con más idiotas.

─¡E-Espera! ¿Tú también formas parte de su absurdo plan? ─le pregunté al tal Deku.