紙の家 // kami no ie // - Bakushima

KAMINARI Y DUBLÍN VI

(Día 15: mediodía)

KAMINARI Y DUBLÍN VI

(Día 15: mediodía)

─¿Por qué narices has tardado tanto?

─Me... había quedado sin agua caliente...

─¿Estabas con Kiev, verdad?

─¿Qué? N-No...

─Eijirou, podré ser tonto pero no soy estúpido, los gemidos se oían desde la segunda planta...

─¡"Bro"!

─Lo sabía, ¿por qué no me lo contaste?

─Porque acaba de pasar ─Miré a Kirishima con cara de no creerme ninguna palabra de lo que estaba diciendo─. ¡Te lo juro, esta es la primera vez!

─Te creeré... pero prométeme que me vas a informar de todo la próxima vez.

─Lo prometo. ¿Pero por qué te interesa saberlo?

─Porque eres mi mejor amigo y necesito saber cuando has dejado de ser puro─bromeó─. A parte, quiero que haya confianza entre nosotros.

─No estamos para una charla de chicas...

─No lo es, es una charla de hombres varoniles.

─Si tú lo dices...

Estaba totalmente curioso por cómo le iba a Kirishima, pero lo estaba aún más por el qué estaría haciendo Dublín, así que decidí buscarle, sabía que estaría junto con el resto, ya me he acostumbrado a ellos, en el fondo soy de los suyos: Atenas es genial, a veces me recuerda a mí, Seúl no habla mucho pero me inspira confianza, Ámsterdam y Lisboa son adorables, incluso me llevo bien con la que al principio parecía la más dura, Roma, aunque ella diga que no, pero sé que en el fondo también piensa que somos amigos; con el que menos he tenido la oportunidad de hablar ha sido con Kiev, nunca estaba con los demás y ahora entiendo porqué.

─Hola bebé ─saludé con un beso en la mejilla, era consciente de que todos los ladrones sabían de nuestra relación, realmente desde hace unos 20 minutos...

─¿Tienes que llamarme así?

─¿No te gusta? ─pregunté con ojos de cordero.

─Haz lo que quieras...

─¡Wow, el rehén te tiene dominado, Dublín! ─exclamó Atenas tumbada en el sofá mientras comía una manzana pelada.

─Cállate, Barbie.

─Sep ─siseó─. Una Barbie desesperada por su Ken, o por su Raquel, me da lo mismo.

─¡Estoy seguro de que lo o la encontrarás, Atenas! ─la animé.

─Te adoro Kaminari. Dublín, deberías tratarle un poco mejor...

─Le trato como me de la santa gana. ─Quiso hacerse el chico malo, pero luego se giró hacia mí─. Yo te trato bien, ¿verdad?

─Sí ─respondí sonriendo─, lo haces genial ─añadí acariciando sus mejillas.

─Si queréis besaros o algo adelante, necesito más drama en mi vida.

─Estás secuestrando literalmente a cientos de personas mientras kilos de billetes están siendo fabricados para nosotros mientras tú estás sentada, no, acostada en un sofá comiéndote una manzana la cual aún te has detenido a pelar, ¿y necesitas drama? ─habló al fin Seúl.

─Vaya, eso no me lo esperaba... Tienes razón haced lo que queráis, pero que sepáis que no habría sido la primera vez que os veo hacerlo.

─¿Eh? ─cuestionamos ambos.

─Os he visto esta mañana, ¿ de verdad creíais que entre tanta gente no os iba a ver nadie?

─Mierda, te dije que no lo hicieras.

─Culpa mía...jeje.