LIBERTAD

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      Ya está, todo había pasado, teníamos el dinero, estábamos todos vivos unos más ilesos que otros, pero al fin y al cabo seguíamos respirando. Observé a Kirishima dialogar con Kaminari, las pocas palabras que logré entender fueron "he pasado miedo" "no pensaba que lograríamos salir de esta" o "creía firmemente que íbamos a morir, extraño a mis padres", ¿Por qué te has unido a una banda de ladrones con varios sacos de un valor económico casi incalculable con la policía pisándonos los talones si luego te vas a cagar en los pantalones?

Obviamente aquellos muchachos no me desagradaban, al contrario, me gustaba tener a alguien que animase el asunto, y son de las pocas personas que he conseguido apreciar, irradian inocencia por doquier, sus conversaciones eran como cualquier diálogo cómico en un teatro pero sin guión, simplemente maravillosas; pero ese mismo hecho de que sean tan niños en cuanto a comportamiento se refiere, por momentos me sacaba de mis casillas, habían ocasiones en las que no eran necesarias ese tipo de interacciones, como esa última, desde el inicio de la travesía ya pensaba que no debía tener miedo si quería sobrevivir en esta misión, y sobretodo bajo las órdenes de Kiev, quién llegaba a ser más irritante que el otro par juntos. De todas maneras, decidí acercarme a ellos e intercambiar unas cuantas palabras:

¿Interrumpo algo?

¡Hola, Ámsterdam! se emocionó Kirishima al verme, cortando su "valiosa conversación".

No, no te pierdes mucho.

O más bien nada.

¿Cómo?

Os he estado escuchando, escuchadme bien les dije juntándome a ellos y rodeando sus hombros con mis brazos, estando yo en medio de ambos y compartiendo mi consejo. Sólo se puede vivir una vez, no malgastéis vuestro preciado tiempo en lloriquear y entrar en pánico, pensad en todo lo que hemos conseguido y en cómo lo vamos a aprovechar. Somos ricos, chicos, millonarios, estamos podridos hasta la médula de pasta, podemos hacer lo que queramos, y todo lo hemos conseguido mediante nuestras propias manos. También pensad que somos unos revolucionarios, hemos vencido al maldito gobierno, les hemos devuelto todos y cada uno de sus robos, la única diferencia es que a nosotros no nos va el sigilo ni el ir por detrás, nuestro estilo es apostar a lo grande. finalicé mi discurso guiñando un ojo.

Tanto Kirishima como Kaminari se quedaron atónitos unos segundos, mientras trataban de procesar toda la información dada.

Guau, eso sí que ha sido profundo.

Muy varonil de tu parte, has logrado emocionarme... expresó Kirishima con un pequeño hilo de voz, casi al borde de las lágrimas.

¿De dónde te has sacado todo eso, altruista? preguntó Dublín uniéndose a la conversación.

Oh, ¿estás celoso, Dublín?

No pongas esa cara de emoción, porque no, sólamente me intriga la chapa que acababa de contaros Ám.

Vaya, ¿Y ahora le pones un apodo? ¿Desde cuándo os habéis vuelto tan cercanos?

¿No serás tú el que está celoso, querido Denki?

¡Claro que no! respondió indignado.

Estaban intercambiando mutuamente palabras inentendibles, escupían las letras como si de una competición se tratara, la sala del barco se inundó de sonidos intensos hasta que un toque de atención lo calmó todo:

¡Atención! En la residencia donde nos alojamos hasta esta misma tarde os dije que os comunicaría más instrucciones cuando nos encontráramos aquí. Pues bien, ya ha llegado la hora, reuníos aquí.

紙の家 // kami no ie // - BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora