ÁMSTERDAM Y LISBOA III

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(Día 3: mañana)

Me gustaría hablar con Lisboa, de verdad que sí, pero siento que no debo, que será inútil... Ese tema no dejaba de rondar mi cabeza, estaba en la sala de reuniones, a solas, sentado sobre una de las sillas y apoyando mis pies en la mesa. Siendo la primera vez que practicaba ese acto.

Sí, la niña rica que nos ha intentado sobornar con dinero ya está bajo control.

Bien, que no vuelva a ocurrir.

Seúl y Roma entraron de repente, se sacaron un par de cafés de la máquina dispensadora y se sentaron en uno de los sofás.

¿Todo bien? pregunté.

Sí, todo bien. Gracias a mí, la tercera al mando, ya que ni el primero ni el segundo hacen nada al respecto.

Oye, no estoy de humor para dirigir una maldita banda criminal.

¿Ah no? Ni yo para estar aguantando a un grupo de niñatos que no dejan de quejarse pidiendo ver a sus mamás, pero lo hago, lo hago porque necesito el puto dinero, Ámsterdam. Y una vez salgamos de aquí, ya podrás tener el humor que te salga de los cojones, pero mientras tanto, necesito que muevas tu maldito culo de esa silla y te pongas a hacer tu maldito trabajo. me dijo, levantándose del sofá del que se acababa de sentar.

Vale, lo pillo. ¿Quieres que sea el malo? Yo seré el malo.

Me levanté como me había ordenado segundos antes y me fui de la habitación, cruzándome con Lisboa.

Ámsterdam espe...

No acabó su frase, ya que no me paré a oírle, pasé frente a él y le ignoré, ahora era uno de los malos de verdad.

A ver rehenes, moved el culo hacia aquí YA.

Wow, ¿qué le ha ocurrido?, ¿él no era el más tranquilo de todos? oí murmurar al sujeto eléctrico, el que amenazó a Dublín días atrás.

No, creo que el más tranquilo es el del pelo verde, su amigo, pensaba que eran más cercanos, ya no les veo juntos... ¿qué habrá ocurrido? continuó su amigo pelirrojo.

SILENCIO.

Observé cómo instantáneamente dejaron de hablar, formando una mueca asustadiza en ambos rostros, indicando que no se lo esperaban. Todos los rehenes se reunieron y se sentaron donde estaban ya acostumbrados, también vino todo el grupo, incluido Kiev, quien no tenía mucho que hacer y decidió venir a ver qué ocurría.

Me aclaré la garganta antes de hablar, he de reconocer que estaba bastante nervioso.

A PARTIR DE AHORA, EL QUE LLEVARÁ LAS ÓRDENES SOY YO, EL SEGUNDO AL MANDO, SI TENÉIS ALGÚN PROBLEMA HABRÉIS DE RECURRIR A MÍ, ¿¡ENTENDIDO!? tuve que alzar la voz, para que me oyeran todos los presentes alto y claro.

¡SÍ! contestaron todos.

Bien. miré a Lisboa. Me estaba devolviendo la mirada, una mirada de tristeza, de dolor y sobretodo de decepción─. Tsch. Y regresé a la sala.

紙の家 // kami no ie // - BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora