Me atreví y aquí comienza una maratón de tres partes 🖤🌝
Pronto nos vimos rodeados por la multitud que abandonaba el estadio para regresar a las tiendas de campaña. El aire de la noche llevaba estridentes cantos mientras volvíamos por el camino iluminado de farolas, y los leprechauns no paraban de moverse velozmente por encima de las cabezas, riéndose a carcajadas y agitando sus faroles. Cuando por fin llegamos a las tiendas, nadie tenía sueño y, dada la algarabía que había en torno, el señor Weasley consintió en que tomáramos todos juntos una última taza de chocolate con leche antes de acostarnos. No tardamos en enzarzarnos en una agradable discusión sobre el partido. El señor Weasley se mostró en desacuerdo con Charlie en lo referente al comportamiento violento, y no dio por finalizado el análisis del partido hasta que Ginny se cayó dormida sobre la pequeña mesa, derramando el chocolate por el suelo. Entonces nos mandó a todos a dormir. Hermione, Ginny y yo nos despedimos de los chicos antes de ir a nuestra tienda. Desde el otro lado del campamento llegaba aún el eco de cánticos y de ruidos extraños. Entramos y una muy somnolienta Ginny murmuró algo antes de caer dormida en su cama, me despedí de Hermione mientras me tiraba en la cama, Presidente Besos con agilidad salto a mi lado; ronroneo a mi lado y le hice unas pequeñas caricias en el lomo antes de que me pesaran tanto los ojos que media dormida me puse mi camisón y me tiré en la cama.
🐉
Estaba soñando de lo más bien sobre una tetera y un par de iguanas cuando sentí mi hombro moverse bruscamente.
—¡Vístete Scamander!—alguien me despertó, era Ginny—. ¡Hay problemas!
Los cánticos habían cesado. Se oían gritos, y gente que corría.
Baje de la cama y vi que Hermione y Ginny solo estaban en camisón y batas, agarre mis botas que estaban completamente lodosas por el camino y mi chaqueta con mi varita.
Así que ahí estaba yo con Hermione y Ginny, en Camisón, botas y chaqueta y sin saber qué diablos ocurría. Presidente Besos estaba maullando, con la cola erizada, lo tome del suelo y las tres salimos de la tienda.—¿Cual es el plan?—él dijo, aunque para mis amigas solo era un maullido—. ¿Que tal si lloramos incontrolablemente?
—Ahora no—gruñi, sosteniéndolo con fuerza—. Santo Merlín! ¿Que comiste? ¿Piedras?
A la luz de los escasos fuegos que aún ardían, pude ver a gente que corría hacia el bosque, huyendo de algo que se acercaba detrás, por el campo, algo que emitía extraños destellos de luz y hacía un ruido extraño. Llegaban abucheos escandalosos, carcajadas estridentes y gritos de borrachos. A continuación, apareció una fuerte luz de color verde que iluminó la escena.
A través del campo marchaba una multitud de magos, que iban muy apretados y se movían todos juntos apuntando hacia arriba con las varitas. Parecía que no tuvieran rostro, pero iban tapados con capuchas y máscaras. Por encima de ellos, en lo alto, flotando en medio del aire, había cuatro figuras que se debatían y contorsionaban adoptando formas grotescas. Era como si los magos enmascarados que iban por el campo fueran titiriteros y los que flotaban en el aire fueran sus marionetas, manejadas mediante hilos invisibles que surgían de las varitas. Dos de las figuras eran muy pequeñas.
Al grupo se iban juntando otros magos, que reían y apuntaban también con sus varitas a las figuras del aire. La marcha de la multitud arrollaba las tiendas de campaña.. Varias tiendas se prendieron. El griterío iba en aumento.
Las personas que flotaban en el aire resultaron repentinamente iluminadas al pasar por encima de una tienda de campaña que estaba en llamas, reconoci a una de ellas: era el señor Roberts, el gerente del cámping. Los otros tres bien podían ser su mujer y sus hijos. Con la varita, uno de los de la multitud hizo girar a la señora Roberts hasta que quedó cabeza abajo: su camisón cayó entonces para revelar unas grandes bragas. Ella hizo lo que pudo para taparse mientras la multitud, abajo, chillaba y abucheaba alegremente.
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Laila Scamander y El Torneo De Los Tres Magos
Fanfiction#4 «Soy Laila Scamander Black» Después de rescatar una antigua piedra, luchar contra un Basilisco y volver en el tiempo, Laila Scamander pensó que su cuarto año sería un nuevo comienzo. Con las dudas de su origen resuelto dirías que podría tener cie...