48: Hada Madrina en Navidad

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De acuerdo este capitulo es el arcoíris antes de la tormenta. Porque después de este dulce capitulo el próximo se viene fuerte, lleno de grito y tal vez un duelo. La musica para la mitad hasta el final :)

Cuando me desperté en Navidad inmediatamente fui a ver el vestido que Angelique me había dado

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Cuando me desperté en Navidad inmediatamente fui a ver el vestido que Angelique me había dado. Ayer en la noche lo había intentado todo para  arreglar con magia porque no sabia coser ni un botón pero lo único que hice fue empeorar ese horrible vestido,  Hermione trató de ayudar pero lo volvimos peor. El cuello había quedado mas largo, la talla de la cintura había quedado mas grande, había tratado de cortarlo pero había quedado desigual y peor. Ademas tenía que soportar las miradas de mi compañeras y amigas, todas me veían con pena.

—No te veras mal.—Hermione trató de consolarme, todas las otras ya tenían su vestidos, Hermione tenia uno precioso azul y yo tenia....esta cosa que ni mi bisabuela usaría.

—¡Por supuesto que no me veré mal! ¡Soy hermosa! ¡Pero todas llevaran vestidos lindos excepto yo!—suspire, saque una foto de mi diario y se la mostré a Hermione, era de mi mamá y Lily Evans, las dos completamente hermosas en dos vestidos de gala, parecían ir también a un evento importante, la madre de Harry con un vestido verde y la mía con un vestido azul, ambas con elegantes moños y sonrisas plasmadas en sus caras,  se veían preciosas y...y muy felices. Me puse el jersey habitual que tejía la señora Weasley, de color azul claro para bajar a desayunar, sin embargo de entre mis regalos note una cadena de oro con un corazón también de oro, se veía muy caro y venia de parte de Angelique y Apollo. Recordé como la navidad pasada rompí su muñeca en pedacitos en un ataque de furia . Cuando baje a la sala común para desearles feliz navidad a mis compañeros, me encontré con Dobby.

—¡Feilz Navidad Dobby! ¡Te tengo un regalo!— saque de mi bolsillo el collar de oro puro que Angelique me había dado y se le tendí a Dobby— ¡Es para ti!

Harry, Ron y Hermione me miraron como si me hubiera salido un tercer ojo, Dobby me miro sorprendido y empezó a llorar como loco a lagrima viva, diciendo que no podía aceptarlo, que no se lo merecía, que era demasiado. Lo obligue a aceptarlo o de otra forma me sentiría muy ofendida.

—¡Laila Scamander es muy amable! ¡Gracias señorita Laila! ¡Muchas Gracias!

Dobby salio casi corriendo de la sala común agarrando el caro collar.

—Laila....le acabas de dar a Dobby un collar que vale un montón de galeones—Ron me dijo perplejo.

—Exacto, que me dio Angelique, y luego pensé, mhmmm...cual seria la mejor forma de deshacerme de ese collar que me regalo esa mujer que apoya al abuso de los elfos pero sin dañar a la ecología? Y se me ocurrió esta maravilla, ademas no tenia un regalo para Dobby—me encogí de hombros.

Nos pasamos casi toda la mañana en la torre de Gryffindor, disfrutando de los regalos, y luego bajamos al Gran Comedor para tomar un magnífico almuerzo que incluyó al menos cien pavos y budines de Navidad, me comí casi todos los budines siendo vegetariana,  junto con montones de petardos sorpresa. Por la tarde salimos del castillo: la nieve se hallaba tal cual había caído, salvo por los caminos abiertos por los estudiantes de Durmstrang y Beauxbatons desde sus moradas al castillo. En lugar de participar en la pelea de bolas de nieve entre Harry, yo y los Weasley, Hermione prefirió contemplarla, y a las cinco anunció que volvía al castillo para prepararse para el baile. 

Laila Scamander y El Torneo De Los Tres MagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora