61: Obscurus

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Morgana aun no se aparecía, había tratado de hacer contacto con ella pero ni siquiera en mis sueños, es como si se hubiera encerrado en su habitación en mi mente y no quería salir

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Morgana aun no se aparecía, había tratado de hacer contacto con ella pero ni siquiera en mis sueños, es como si se hubiera encerrado en su habitación en mi mente y no quería salir. Mi abuelo Newt se había ido y desgraciadamente se había ido con Cody III, no importa cuantas veces se había tratado de escabullirse en mi habitación mi abuelo Newt se lo tuvo que llevar. Las cartas de anónimos en mi contra no se hicieron esperar. La semana siguiente recibí cartas, no eran vociferadores como a la pobre que Hermione que estallaban de insultos haciendo que todos oyeran en el gran comedor. El primer sobre que abrí era una amenaza, diciendo lo terrible que era y que debía estar tan loca como mi padre, otra era que no me acercara a Harry, después que tenía que ir a Azkaban, incluso me deseaban el beso de un dementor. Decidí quemar todas, sin querer recibir algo que me arruine mi hermosa cara como lo hicieron con las manos de Hermione.

Hasta los que no habían leído Corazón de bruja se enteraron de todo lo relativo al supuesto triángulo amoroso Harry-Hermione-Krum. Harry estaba harto de explicar a todo el mundo que Hermione no era su novia.

—Ya pasará —le dijo Harry a Hermione—. Basta con que no hagas caso... La gente terminó por aburrirse de lo que ella escribió sobre mí.

—¡Tengo que enterarme de cómo logra escuchar las conversaciones privadas cuando se supone que tiene prohibida la entrada a los terrenos del colegio! —contestó Hermione irritada. 

Hermione se quedó al término de la siguiente clase de Defensa Contra las Artes Oscuras para preguntarle algo al profesor Moody. Yo lo único que quería era irme: Moody había puesto un examen de desvío de maleficios tan duro que muchos de mis compañeros sufrían pequeñas heridas. Harry padecía un caso agudo de orejas bailonas, y tenía que sujetárselas con las manos mientras salíamos de clase y mi mano tenía un severo caso de espasmos que me hacia abofetearme a mi misma espontaneamente.

—Bueno, ¡por lo menos está claro que Rita no usó una capa invisible! —dijo Hermione jadeando cinco minutos más tarde, cuando nos alcanzo  en el vestíbulo y me tomo la mano evitando que me abofeteara a mi misma—. Moody dice que no la vio por ningún lado durante la segunda prueba, ni cerca de la mesa del tribunal ni cerca del lago.

—¿Serviría de algo pedirte que lo olvidaras, Hermione? —le preguntó Ron.

—¡No! —respondió ella testarudamente—. ¡Tengo que saber cómo escuchó mi conversación con Viktor! ¡Y cómo averiguó lo de la madre de Hagrid!

—Estoy con Hermione, esa...cara de trasero de Murtlap tiene que pagar por lo que hizo—asentí

—A lo mejor te ha pinchado —dijo Harry a Hermione

—¿Pinchado? —repetí sin entender—. ¿Qué quieres decir, que le ha clavado alfileres?

Harry explicó lo que eran  unas cosas muggles llamadas micrófonos ocultos y los equipos de grabación. Lo escuche fascinada ya que no sabía mucho sobre los muggles, solo sobre las cartas que Hermione me mandaba o sobre el tefelono o era telenofo? Pero Hermione interrumpió.

Laila Scamander y El Torneo De Los Tres MagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora