55: La segunda prueba 2/2

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Sabía que estaba en medio del lago, atada y siendo custodiada por sirenas y tritones, esperando a que Harry fuera por mi y me liberara siendo su segunda prueba, sabía que estaba flotando completamente segura y los que en realidad estaban en peligr...

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Sabía que estaba en medio del lago, atada y siendo custodiada por sirenas y tritones, esperando a que Harry fuera por mi y me liberara siendo su segunda prueba, sabía que estaba flotando completamente segura y los que en realidad estaban en peligro eran Harry y el resto de los campeones, que nadie me haría daño. Estaba en una especie de habitación, por la cuna, los dibujos y la manta supe que era la habitación de un bebe. Las paredes de color durazno, el suelo de madera, se notaba cómodo y hogareño, de no ser que todo estaba dado vueltas, había unos peluches que me llamaron la atención; uno era un león, el otro un perro, un lobo, un ciervo y un pequeño ratón, en una de las paredes estaban pintados unos enormes lirios rosados como si estuvieran custodiando la cuna. Me acerque a la cuna, tenía un móvil que colgaba, era de unicornios y distintos animales fantásticos. Pase los dedos por el nombre pintado en la cuna.

"Laila."

Era mi cuna, todo esto, era mi habitación de bebé. ¿Seria esto un recuerdo? No, no tenía ningún sentido, todo estaba desparramado, muchas cosas destruidas.

—Recuerdo esta habitación—di un salto al escuchar esa voz—. Aquí le desgarre la garganta tu madre, pero no fue  sencillo. No, no, no, tu madre puso una buena pelea, fue una gran bruja , pero su poder es insignificante comparado al mio.

Ese hombre tenia el cabello rubio platinado, no como Malfoy, si no blanco, los ojos verdes que me recordaban un poco a Morgana sin embargo no tenían la calidez de ella cuando me veía, lo único que veía era vació, un vació que lo único que quería era llenarlo con poder. Mi poder.

—Tú—jadeé, trate de tomar mi varita que siempre estaba en mi bolsillo pero no la tenía, me fije en que el tampoco tenía su varita, retrocedí unos pasos.

—Así que en esto se ha convertido la hija de Elizabeth Scamadner...Laila Black.—Alastair,Lefay fijo con sorna—. He de decir que tienes todo el aspecto de una Black.

—Mataste a mi madre—dije entre dientes—. Te voy a matar

—¿Como crees que una niña tan patética y pequeña como tu va a va a vencerme a mi?—él sonrió—. No, lo que quiero es tu poder, quiero lo que es mio.

Por algo mi madre encontró a Morganadije recordando lo que mi padre me había contado, como mamá había encontrado el anillo de Morgana donde  había guardado su esencia y alma en un anillo que pasaba de generación a generación Lefay, de cierta forma yo era descendiente de Morgana pero no directa como ese horrible hombre. Mi madre fue aceptada por Morgana, ella te detesta.

Era raro verlo sonreír tan siniestramente, debía tener unos cuarenta pero parecía como si se hubiera dado un chapuzon en la fuente de la juventud, porque se veía como un chico de 20 años, es como si no hubiera envejecido en los últimos 14 años.

—Tu madre y tú, ninguna es digna del poder oscuro de Morgana. Ahora es tu amiga...—él rió—. Pero cuando crezcas, ¿que crees que piensa Morgana sobre los muggles? ¿Eres tan ingenua para creer que ella soporta  los muggles? ¿Que no tiene los mismos ideales de Lord Voldemort?

Laila Scamander y El Torneo De Los Tres MagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora