Mamá, papá y Oliver estaban conmigo.
-Bien, me voy
Mamá y papá me dieron un último abrazo al igual que Oliver.
El viaje fue tranquilo. Me gustaba viajar en carro y estando yo sola con mi música, disfrutando de la vista de la carretera, fue bastante relajante y por un momento me olvide de los nervios que me habían dado en la mañana.
Claro que tengo nervios, este es mi primer trabajo formal, no es como estar en la Universidad o en los museos en los que hice mis prácticas, ahí había profesores o personas más experimentadas a las que les preguntaba cuando tenía algunas dudas, pero ahora estaría sola.
A la entrada de la ciudad había un gran letrero dando la bienvenida.
No es una ciudad pequeña, pero tampoco era grande como la mía. Conservaba edificios y una imagen clásica, pero al mismo tiempo había partes en las que lo moderno era lo que predominaba.
La mansión a la que yo iría no estaba cerca, por lo que tuve que cruzar una gran parte de la ciudad hasta lo que se le podría llamar como las afueras.
Tuve que conducir un pequeño tramo más de carretera hasta que comencé a ver grandes campos con hermosos pastizales y algunas áreas pequeñas con flores.
Después de una hora y media de manejar, a lo lejos pude comenzar a ver la construcción. Una hermosa mansión de más de 200 años de antigüedad. Precioso.
La mansión estaba rodeada por un gran jardín y en sus límites había una gran pared de piedra de dos metros que rodeaba todo el terreno y que sólo dejaba un acceso al frente por una reja de color negro con un excelente diseño que iba a juego con la imagen de la mansión.
Me detuve frente a la reja y tuve que bajar para averiguar cómo llamar para que me abrieran la puerta.
A un lado de la reja, incrustado en esa hermosa pared de piedra, había una especie de radio color gris con un único botón plateado. Lo presione un poco insegura de que está cosa se usará para anunciar la llegada de alguien.
-¿Diga, señorita?
Miré a la esquina de la reja donde pude ver una cámara de vigilancia y entendí cómo sabían que era una chica.
-Soy Charlotte Laville, soy la restauradora
-Pase, por favor
En un clic muy fuerte la reja comenzó a abrirse de par en par.
Viva la tecnología.
Regresé a mi auto y entré, miré por el espejo como la reja volvía a cerrarse detrás de mí.
Conduje por un camino de piedras grises pequeñitas, que le daban un estilo de terracería, pero sin la parte de levantar tierra. A los lados había pasto y árboles cuidadosamente podados.
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Vals de Máscaras (JeonJungKook)
Teen FictionCharlotte Laville, una chica que no necesita trabajar, la fortuna que sus padres han conseguido con la empresa de la familia es más que suficiente para mantenerla a ella y a otras 3 generaciones más. Joyería y accesorios Laville. Pero ella no quiere...