25

2K 216 10
                                    

Escapando de su novia en silencio de que no escuchara el auto salir o que no se asomara por la ventana en el momento en que nosotros salíamos de la casa, me sentía como una chica de secundaria escapando de la escuela o de mis padres.

Llegamos a la cafetería de la señora Casto y por más que la busqué con la mirada por todo el lugar, no pude encontrarla. Por lo que tuve que acercarme con uno de los meseros que estaba detrás del mostrador.

-Disculpa, la señora Casto ¿no está aquí hoy?

-No, lo lamento, hoy no vino

-¿Sabes cuándo vendrá?

-No, ella viene cuando quiere

-¿Puedes darme algún teléfono para hablar con ella?

El chico me miró sospechosa por un momento.

-¿Por qué quieres hablar con ella?

-Veras, trabajo en la casa de la familia So y me dijeron que ella conoció al nieto de los primeros dueños y quería hacerle algunas preguntas de ese hombre

-¿Qué clase de preguntas?

¿Por qué tener tanto cuidado con eso?

-Pues, como ya sabrás, el señor So murió y no dejó herederos, quiero preservar la historia de la familia So y ella me será de mucha ayuda

Me lanzó una última mirada y una a Jungkook que estaba detrás de mí.

-No le digan que yo les di el número o me correrá

-No lo haré, lo prometo

Buscó por un momento en la computadora, tomó una hoja de papel y una pluma para anotar el número.

-Normalmente no contesta, pero pueden ir directo a su casa –anotó lo que creo también era la dirección –es amable y abre la puerta, pero no le gusta que demos su número a cualquier persona –me entregó el papel

-Gracias

Salimos de la cafetería y fuimos a la dirección que el chico había anotado en el papel.

Pensé que sería una casa de una mujer que tiene la cafetería más popular de la ciudad, pero fue algo más sencillo lo que vi cuando llegamos. 

Nos acercamos a la puerta y llamé al timbre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos acercamos a la puerta y llamé al timbre. Esperamos por uno minutos hasta que una mujer de cabellos blancos y esponjados, chaparrita, con piel muy clara y mejillas rosadas, con ojos algo cansados por la edad, pero con una dulce sonrisa nos abrió la puerta.

-¿Señora Casto? –pregunté

-Sí ¿En qué puedo ayudarles?

-Mi nombre es Charlotte Laville y él es Jeon Jungkook –le dimos la mano –nosotros... bueno... él compró la casa del señor So y yo trabajo restaurando los cuadros y objetos de esa casa y nos dijeron que usted conoció al nieto de los primeros dueños de la casa

Vals de Máscaras (JeonJungKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora