Vals de Máscaras (JeonJungKook)

10

Al parecer Jungkook había desayunado más temprano y había regresado a su oficina para seguir trabajando y la única que quedaba en el comedor era Violeta, pero no quería estar a solas con ella, presentía que sería muy incómodo, no solo por las ideas que ella tuvo de mi antes, sino que los comentarios que ella suele hacer, no me hacen sentir cómoda.

Desvié mi camino a la cocina, donde Alexa y Eugen estaba preparando la comida y ya tenían mi desayuno listo.

-Señorita –se sorprendió Alexa de verme en la cocina –vaya al comedor, ahora mismo le llevo su desayuno

-Está bien –sonreí –me gustaría comer aquí

-¿Hay algún problema? –preguntó Eugen

-...mm... no me agrada mucho Violeta

Los dos se miraron y comenzaron a reír.

-No se preocupe –dijo Alexa –a ninguno de nosotros nos agrada la señorita Baudin

-Que alivio que ustedes piensen igual –me senté en una gran mesa de metal que había en medio de la cocina –pensé que solo era yo

-La señorita Baudin es una persona de carácter difícil –dijo Eugen dejando mi plato del desayuno delante de mi

-¿Y así la quiere Jungkook?

Sonreí un poco por lo irónico que era, a mí me odiaba por pensar que era una presumida, mimada y esta de novio con una chica como ella.

-Es un misterio que nosotros nos hemos preguntado desde que supimos que andaba con ella –dijo él –pero supongo que algún encanto le encuentra

-Supongo que sí

Era mejor estar aquí, podía platicar con ellos. Eran personas amables y me agradaba su compañía y creo o quiero creer que ellos también disfrutan de mi compañía. Más, cuando dejaron los platos de sus desayunos en la mesa y se sentaron a comer conmigo. Fue una plática muy amena.

Estaba pintando el cuadro, es una parte en la que no me gusta que nadie me interrumpa o me hable, suelo ponerme de mal genio cuando pasa eso, pero por obras del destino, olvide poner mi teléfono en silencio.

La música fuerte de mi tono me asusto, maldije por olvidar ponerlo en silencio, pero me alivie al ver que no había arruinado la pintura.

Saqué mi teléfono de mi bolsillo y conteste de mala gana, ni siquiera mire quién era.

-¿Amor? –era Oliver, pero algo en su voz me puso alerta

-¿Qué pasa? Te escuchas raro

-Es que...

-Oliver, solo dime qué pasa, solo estas poniéndome nerviosa

-Pero, prometes que tomaras todo con calma

-¡Oliver!

-Carter intento roba en la oficina de tu padre... él llegó y lo atrapó

-¿Y?...-se quedó en silencio -Oliver ya dime

-Ataco a tu padre y ahora está en el hospital

-No puede ser

Me dejé caer en mi silla.

-Carter se escapó

-¿Cómo esta papá? ¿Qué le paso?

-Ahora mismo lo llevaron al hospital

-¡Dime cómo está, Oliver!

-Tiene una herida grande en la cabeza. Carter le rompió un florero en la cabeza