Después de unos segundos la puerta se abrió.
Ella llevaba una bata blanca, con el cabello en una coleta y con lentes transparentes de protección.
-¿Puedo ayudarte? –terminó de preguntar y miró por sobre el hombro de él, me miró, pero me ignoró
-Solo...
No le digas que yo vine.
-No ha salido de aquí desde que llegaron las cosas
¡Eso!
-Oh, lo lamento –abrió mas la puerta y entró, era como una invitación a que nosotros también entráramos.
Había una gran mesa al centro, dos mesas de rueditas a su lado, un banco, muchos materiales, pinturas recargadas en la pared y una sobre la gran mesa.
-Siempre se me pasa el tiempo volando cuando trabajo -sonrió dulcemente
-No debería permanecer mucho tiempo aquí, podría hacerle daño –dijo cuervo
-Deja de llamarme por usted, llámame por tu –sonrió aún más, pero no mirándome a mí, en ningún momento. Es más, siento que me estaba ignorando
-Deberías tomarte descansos
-Lo tendré en mente ¿Puedo ayudarte con algo más?
-No, solo era eso
-Bien –sonrió y por fin me miró, pero su tono de voz cambió por completo, uno más rudo y seco -¿Se le ofrece algo, jefe?
-N-No, solo pasaba por aquí. Quería ver que no estuvieras holgazaneando
-Pues, como podrás ver –miró el cuadro sobre la mesa –tendré mucho trabajo por un buen tiempo
-No lo arruines o papá se molestará mucho
-No lo haré –sonrió a la fuerza
Salí de ese lugar y regresé a mi oficina.
No entiendo porqué no puedo dejar de ser así con ella. Algo tiene que me molesta.
Violeta regresó con pocas bolsas de las compras que hizo en el pueblo y ciertamente me reprendió, esperaba que fueran más.
-aj, en esta ciudad no hay nada para comprar –se quejó
Alexa tomó las bolsas en silencio y subió las escaleras.
Nosotros caminamos al comedor, ya era noche y queríamos cenar para poder ir a dormir.
-Disculpa que aquí no vendan Gucci, Dolce & Gabbana y esas marcas que te gustan
Entramos al comedor y nos sentamos. Retiré su silla un poco para que ella se sentara a un lado de mí y yo tomé el lugar a la cabecera de la mesa.
-Solo pido cosas lindas
-Seguro que hay cosas lindas aquí
-Muy pocas
Alexa apareció por la puerta con un carrito de servicio lleno de comida. Nos sirvió las cosas y, además, dejó un plato extra de mi otro lado, justo enfrente de Violeta.
-¿Esperas a alguien? –preguntó ella
-No
-Es para la señorita Charlotte –dijo Alexa
-¿Cenara con nosotros? –pregunté
-En cuanto logre sacarla de su estudio -sonrió divertida
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Vals de Máscaras (JeonJungKook)
Teen FictionCharlotte Laville, una chica que no necesita trabajar, la fortuna que sus padres han conseguido con la empresa de la familia es más que suficiente para mantenerla a ella y a otras 3 generaciones más. Joyería y accesorios Laville. Pero ella no quiere...