Vals de Máscaras (JeonJungKook)

22

-Jungkook... Jungkook... despierta

Abrí los ojos y lo primero que vi fue el rostro de Violeta mirándome con una mueca.

-¿Quién es esa maldita Lucy?

-¿Qué?

Miré a mi alrededor simplemente para darme cuenta de que mis padres no estaban en la habitación.

-¿Y mis padres?

-Fueron a desayunar algo –cruzó los brazos -¿Quién es Lucy?

-No... no lo sé

-Claro que sí, estabas diciendo su nombre dormido

-No lo sé Violeta, no sé quién es Lucy y aunque lo supiera, no tienes por qué reclamarme

-Ahora no solo tengo que cuidarme de la chica polvo (Charlotte) sino que ahora tengo que cuidarme de esa tal Lucy

-aj –cerré los ojos de nuevo

No tiene sentido, ella no me escucha.

Después de un rato mis padres regresaron y por fin Violeta se fue a casa.

Mis heridas no eran tan graves como para quedarme mucho tiempo en el hospital. No podría caminar mucho por un buen tiempo y debía estar en cama en reposo, pero por lo menos podría estar en mi cama.

Mis padres me llevaron a casa, me hicieron subir a mi habitación, ponerme la pijama y meterme a la cama, dejando a Cuervo, Eugen y Alexa atendiéndome muy atentamente.

-¿Quieres que nos quedemos un poco más? –preguntó mamá mientras acariciaba mi brazo

-No, estoy bien

-Sería mejor que nos quedáramos un poco más –dijo papá

-Estoy bien, no tienen que preocuparse de nada

-Pero, no quiero dejarte solo en este estado

-No estoy solo, mamá

-Claro, claro, Violeta te cuida –dijo en una sonrisa y yo solo pude seguirle la sonrisa

-Estaré bien, de todos modos, deben terminar sus pendientes antes del cumpleaños de papá y yo debo terminar las construcciones de la casa antes de eso y la fiesta de Halloween y muchas personas en la casa solo retrasarían el trabajo

-Es una manera muy sutil de corrernos –dijo mamá

-No los quiero correr, solo no quiero que se preocupen de algo tan pequeño como esto y terminen sus pendientes en calma

-... Bien –por fin aceptó mamá de buena gana y con una sonrisa –pero por favor, si pasa algo, llámanos de inmediato

-Claro que sí

-Está bien, nos iremos mañana por la mañana, un día más con mi hijo me vendría muy bien

-Está bien –sonreí

Mis padres consiguieron una silla de ruedas para que no caminara, pero pudiera andar por la casa sin fastidiarme solo en mi habitación. Mamá me llevó a dar un paseo por el jardín mientras hablaba con mi padre de chismes de ancianos.

Violeta apareció después de haber estado desaparecida en la casa por unas horas y comenzó a molestarme de nuevo con el mismo tema de siempre.

Por la tarde, mis padres, Violeta y yo fuimos a unas de las tantas habitaciones que ya estaba terminada y que habíamos equipado como sala de Tv. Hace tiempo que no veíamos una película juntos y este era ese momento, aunque me hubiera gustado más que no estuviera Violeta.