Capítulos finales
El sol comienza a pintar los cielos de colores hermosos, las nubes danzan con el suave viento, y yo observo desde una de las enormes ventanas que dan vista a la pista de despegue del aeropuerto. La bella vista es acompañada por todo el disturbio del interior, las ruedas de las maletas, la gente hablando y los llamados de abordaje, todos llenando mis oídos, pero todo ese ruido no es suficiente para ahogar el estruendo de mi corazón. Mis manos tiemblan, me revuelvo el cabello, respiro con dificultad, e incluso lágrimas se escapan involuntariamente de mis ojos.
Limpio algunas de ellas rápidamente cuando siento que se acercan a mí. Tengo que ser fuerte por él, no puedo permitir que me vea así.
- ¿Estás lista, pequeña? – pregunta mi padre con un intento de sonrisa.
- Lo estoy. ¿Seguro que no quieres que te envíen a la casa de seguridad que mencionó Clío? – pregunto por enésima vez en 24 horas.
- No, cariño. Será más que suficiente con aquellos guardias que enviaron. Además, tu madre mencionó que hay un refuerzo extra dentro de casa, ¿tienes alguna idea de qué habla? – hace su pregunta en un susurro.
- La verdad no, pero eso me deja tranquila. No quiero que nada te pase.
- Estaré bien, y Dorian es muy buena compañía.
- PASAJEROS DEL VUELO E-2017 A ATENAS, FAVOR DE COMENZAR A ABORDAR.
El corazón se me encoje, siento como si me lo estrujaran desde dentro. No me gusta el cómo se siente esta despedida. Es más que obvio que después de este viaje muchas cosas serán diferentes, nuestras vidas cambiarán para siempre, pero al mismo tiempo se siente como un final, ¿pero el fin de qué?
- Artemis, haz lo que sea necesario y confía en ti. Sé qué harás un muy buen trabajo. – con unas lágrimas a punto de salir de sus ojos, me abraza.
- Te amo, papá. Pase lo que pase, promete que seguirás adelante.
- ¿Por qué dices eso, hija?
- Solo promételo, por favor. – un puchero se me escapa y me aferro más a él.
- Lo prometo, Temis, lo prometo.
Un carraspeo me salva de ahogarme en llanto, alzo la vista y miro a Clío dándome una pequeña sonrisa.
- Es hora. – me ofrece mi boleto y mi pasaporte – Charlie, nos vemos pronto.
- Que así sea, Clío. – se dan un abrazo – Cuídala bien. – ella asiente sacudiendo su melena dorada.
Cuando se acerca a mí puedo sentir que no soy la única que está inquieta. Algo emana de ella, y solo me reconforta al hacerme saber que no estoy exagerando al sentir tantos nervios.
- Te amo, papá. – dejo un último beso en su mejilla y me obligo a iniciar mi camino a la puerta de abordaje.
Clío me sigue de cerca. Cuando entregamos nuestro boleto hago todo lo posible por no devolverle la mirada a mi padre, sé que eso solo me haría no tomar el vuelo. La rubia posa su mano en mi cintura abrazándome por un segundo, porqué yo no le permito hacerlo más tiempo. Formo puños con mis manos y salgo disparada jalando mi maleta por el pasillo hasta entrar al avión.
*
Apenas abro los ojos me topo con la mirada de Clío sobre mí, que aún sacude mi hombro para despertarme. Gruño molesta y me hago bolita en mi asiento de nuevo.
- Ya casi aterrizamos. – susurra tan cerca de mi oído que me hace cosquillas.
- No hagas eso, Limnos, haces cosquillas. – me quejo.
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𝑇ℎ𝑒 𝑀𝑜𝑜𝑛'𝑠 𝐷𝑎𝑢𝑔ℎ𝑡𝑒𝑟
Fantasy¿Qué pasaría por tu mente si de repente alguien llega a decirte que tu madre es la luna? The Moon's Daughter, una historia que cambia de intensidad a cada capítulo y en ocasiones es engañosa. Lo dice su misma autora. Acompaña a Artemis en esta histo...