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– ¿Lee Jimin?– Preguntó el peli-naranja con una cara de confusión mirando a la señora Lee.– Oh claro, su hijo.

– Obviamente, ¿de quién más puedo estar hablando?– Respondió la mujer dándole una calada a su cigarrillo haciendo que el chico inmediatamente hiciera una mueca, hasta donde él sabía Taeyeon no tenía ese vicio.

– Me temo que no, no lo he visto.– Mintió.– ¿En verdad está en mi misma universidad?

– No puedo tener contacto con él desde que se fue.

– Con todo respeto, señora Lee, ¿no cree que debería dejar ser feliz a su hijo? Él está creando su propio camino a su manera para ser feliz y hasta donde tengo entendido, han pasado meses desde que dejó eso que le decían "hogar" y ¿hasta ahora se le ocurre preguntarse por él? No lo puedo creer.

– No pedí tu opinión, mocoso.– Refunfuñó la rubia.

– Entonces dices que en el tiempo en el que has estado en esa universidad no has visto a Jimin.– Esta vez habló el señor Lee.

– En lo absoluto.

– Seguramente se largó a otro lugar.– Dijo la señora Lee ya fastidiada y el único sentimiento que el peli-naranja pudo descifrar en ella fue odio.

– Estuvimos preguntando en varias universidades por el nombre de "Lee Jimin", sin embargo no existe tal alumno. Ji Yong, si tú dices que no lo has visto y ya hemos preguntado por él en las instituciones, eso quiere decir que realmente Jimin no está en Corea.

Ji Yong encarnó una ceja, ¿acaso Jimin se habrá cambiado su nombre o por qué no lo habrán encontrado si se supone que estaba en Busán?

– De casualidad... ¿Su búsqueda por su hijo se debe a nuestra alianza?– Se atrevió a decir y es que ahora todo comenzaba a cobrar sentido. Jimin odia a su madre al igual que a su esposo y no hay duda de que ellos tengan el mismo sentimiento hacia él.

– Quizás.– Finalmente la mujer se levantó para caminar hacia la puerta.

– Bueno, muchas gracias por la información, Ji Yong.– Dijo el señor mientras iba detrás de su esposa.

– No fue nada, señor Lee.– Trató de sonreír.– Oh y una cosa, detesto el olor del cigarro, así que...

– Comprendo, una disculpa por eso.– Habló amablemente el señor Lee.– Lo tomaremos en cuenta.

– Gracias.

– Me saludas a tu padre, Ji Yong.– Finalmente los señores salieron del departamento.





•  •

– No, la glaseada está mejor.

– Lo sé, el chocolate es delicioso pero en esta dona está muy empalagoso.– Comentó Jeon dándole una mordida más a su dona.

– No te la acabes, Kookie.– Jimin abultó sus labios formando un puchero.

– ¿Y por qué no? Es mi dona, tú pediste la de chocolate.– Bromeó.

– Lo sé, pero lo mío es tuyo y...

– Lo mío es mío.– Completó Jungkook con una sonrisa.

– ¡Oye! ¡No!

Jungkook rió y Jimin cruzó sus brazos con un puchero, pero finalmente decidió reír junto con Jeon.

– Ten.– Le dió aquella dona con glaseado y Jimin inmediatamente la tomó con una sonrisa.

Hoy ambos irían a Disney Land, había pasado un mes desde que Jimin propuso aquella idea, así que primero pasarían a desayunar y posteriormente irían al aeropuerto para ir a Tokio, el vuelo saldría en unas horas, así que tenían mucho tiempo para disfrutar mientras tanto.

Molesto Park • Kookimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora